Soy una psicópata con piel de cordero, o soy como tú». Esas fueron las palabras de Amanda Knox a las cámaras de Netflix durante el rodaje del documental que lleva su nombre. La cinta acaba con la siguiente reflexión de la eterna sospechosa del crimen de Perugia (y créanme, no es un spoiler): «A la gente le gustan los monstruos». Este documental es solo una muestra del extenso catálogo que Netflix dedica a crímenes reales e inventados que alimentan día a día el morbo de millones de espectadores. Es curioso cómo nos sentimos atraídos por la oscuridad. Nos da igual que esta esté basada en hechos reales o no. Únicamente intentamos especular sobre lo que el ser humano es capaz de hacer a partir de sentimientos primitivos como la ira, los celos o la codicia. Pecados capitales que son explotados por la cultura mainstream para hacernos experimentar el horror. «True detective», «Dexter», «Mentes criminales», «Cómo defender a un asesino», «Hannibal», «Narcos», «American Crime», «The Sinner», «Crímenes imperfectos»... No hace falta que siga.

El de Amanda Knox es una de las mejores producciones con las que cuenta Netflix en la materia, es decir, el denominado «true crime». El documental de la joven acusada por el crimen acaecido en Perugia (Italia) en 2007 hace un resumen de lo sucedido poniendo el foco sobre los medios de comunicación, quienes realmente hicieron las veces de jurado en el juicio contra la norteamericana y su novio. El documental deja que el espectador llegue a sus propias conclusiones teniendo en cuenta varios aspectos: que Knox era una mujer joven y atractiva y que era la sospechosa más apetecible para los tabloides.

«Making a Murderer» es otra de las producciones «criminales» que se encuentran en el catálogo. Esta serie documental cuenta el periplo judicial de Steve Avery, un ciudadano estadounidense de clase baja que se convierte en el sospechoso número uno de un caso de agresión sexual. El espectador parte de un aviso: Avery es inocente. A partir de este momento suceden una serie de giros argumentales que llevan al público a adentrarse en el sistema judicial estadounidense. No voy a mentir. La serie puede resultar lenta, pero a pesar de ello, no puedes evitar seguirla hasta el final. Porque atentos: tiene dos temporadas. ¿Pero esto no era solo por una agresión? No. Hay más.

Aunque la producción que se lleva la palma del catálogo no es ni «Narcos», ni «Making a Murderer» ni «The Sinner», es «Un golpe maestro». La serie documental narra un atraco ocurrido en el estado de Pensilvania perpetrado por un hombre con una bomba al cuello. Han leído bien. Es el mejor, sin ninguna duda. ¿Se han dado cuenta de que todos estos crímenes se han producido en Estados Unidos? Ante este exceso de violencia yanqui, Netflix ha decidido ampliar su catálogo de monstruos. Es por ello que desde hace un año prepara El crimen de Alcàsser, una película sobre el asesinato de las tres valencianas. Para monstruos, los nuestros.