En el mundo de la comedia, mayoritariamente masculino, existen «muchos prejuicios» que se deben superar, defiende Leticia Dolera. Ella, una vez más, lo intenta. «Visibilizar esto en el cine es muy importante, por eso me ha hecho mucha ilusión hacer de monologuista», apunta la protagonista de ¿Qué te juegas?, una película que «plantea al espectador hasta dónde se está dispuesto a llegar por la ambición profesional».

P Actriz, directora, escritora, activista... ¿en qué faceta te sientes más Leticia Dolera?

R En todas. Cuando no trabajo también me siento muy yo. Cuando me levanto y me tomo el café por la mañana me encuentro superbien. Yo siempre, haga lo que haga, me siento libre.

P Utilizando el título de la película que hoy se estrena, ¿qué te juegas?

R Depende de para qué, pero tampoco me lo jugaría todo por cualquier cosa. No soy mucho de apostar porque soy consciente de que voy a perder.

P ¿Serías capaz de todo por un sueño?

R No, no creo en los sueños y mucho menos en el concepto del sueño americano. Yo eso lo tengo desmitificado. No soy de las que idealiza las metas. Creo en las intenciones y en el ir descubriendo cosas a lo largo del camino e ir creciendo como persona. No soy de grandezas ni de desear grandes cosas. Lo que quiero es ir contando historias, seguir trabajando con esto y también el poder pasar tiempo con mis amigos y familia. Eso no quita que pueda tener ambiciones profesionales por mejorar y por poder contar historias más complejas. Sueño como tal no tengo.

P Interpretas a una monologuista que se hace pasar por lesbiana para seducir a una prepotente y tosca empresaria.

R He disfrutado mucho preparando y rodando el personaje de Isabel. Me apetecía el reto de subirme a un escenario y hacer de monologuista. Es una profesión a la que le tengo mucho respeto porque me parece muy difícil e interesante el poder sacar, a través del humor, tus propios demonios y miedos, inseguridades, el hacer crítica social... Me gustó mucho que Inés confiara en mí para este papel. Había trabajado con ella en su serie y en un corto de los que hacía para Vogue. Me encanta su personalidad y su forma de trabajar. Es una directora con criterio propio y eso es muy interesante. Currando, Inés es muy exigente y tiene las cosas muy claras, sabe exactamente qué quiere, y te lleva como si fueras una marioneta para contar la historia que quiere contar y cómo la quiere contar. Me parece una tía superapasionada y con una energía desbordante.

P Y ahora que también eres directora, ¿asumes mejor o peor el ser, como tu has dicho, una marioneta?

R Cuando tengo que hacer de actriz me centro en ello y hago lo que me dice el director o la directora para poder contar la historia que ellos tienen en la cabeza. Cuando soy directora, dirijo.

P Tu serie, Déjate llevar, va a participar en el festival de Cannes.

R Estoy alucinada, no me lo esperaba. Para mí hacerla ya fue algo increíble pero lo de ir a Cannes ya es... Lo voy a disfrutar mucho, va a ser un fin de fiesta precioso, vamos, como un viaje de fin de curso.

P En la comedia, dos hermanos se enamoran de ti. ¿Has vivido alguna vez una situación similar?

R No.

P ¿Sientes que decir las cosas alto y claro te pasa factura?

R Algunas veces sí. A veces me han dicho 'como eres tan pesada', no, pesado es el machismo.

P Que dijeran que tu feminismo es de mentira ¿te dolió o ya has hecho de tu capa un sayo?

R Claro que me dolió, todavía estoy colocando qué fue lo que pasó, recepcionándolo y cogiendo perspectiva. Realmente vi una inquina y una saña desde según que medios hacia mí que no sé. No entendí qué paso, o quizás sí, porque el feminismo incomoda y, aunque feministas somos muchas, en los dos últimos años yo me había preocupado mucho por estar en los medios hablando del tema y algunos me tenían muchas ganas.

P Pero los personajes públicos sois altavoces. ¿Tener un compromiso social no debería ser una obligación?

R Yo no le pongo obligaciones a nadie. Intento centrarme en lo que yo hago y no pienso en lo que deben hacer mis compañeros.

P Pero ahora, y visto los contradiscursos, hay que reafirmarse en la lucha feminista.

R El feminismo ha tomado fuerza y a algunos les da miedo porque mueve los cimientos de una sociedad que estaba anclada incluso por comodidad. A la gente le da miedo cambiar las cosas y transformar la sociedad porque no sabe qué va a pasar después. No hay que tener miedo al feminismo porque no queremos atacar a los hombres ni mucho menos, sino construir una sociedad más justa, paritaria y libre.

P Militas en el feminismo pero en ocasiones te toca interpretar a mujeres, llamémosles, florero. ¿cómo vives esa dualidad'

R También puedes hacer de nazi y no serlo, hacer de asesino y no serlo. Lo importante es lo que cuenta la película y no el personaje en concreto que interpretes.

P La comedia española está, de nuevo, en un momento álgido. Eso demuestra que la gente busca desconectar del día a día y reirse.

R Estamos en una época de mucha crispación y todo se lleva a lo emocional y al enfrentamiento. Yo veo poco diálogo y por eso quizás por eso necesitamos ir al cine a reírnos un rato y desconectar.