Mientras en València se inician las Fallas en Texas se clausura el HoustonRodeo. Esta feria que dura tres semanas, de finales de febrero a mitad de marzo, se trata de la más importante exhibición de rodeo en el mundo y congrega a decenas de miles de personas. Obviamente va acompañada de conciertos, atracciones y todo tipo de actividades lúdicas. Las principales competiciones se llevan a cabo en el mega estadio NRG Arena de Houston con capacidad para 72.000 espectadores. Hombres, mujeres, niños y ancianos ataviados con sombrero y botas de cowboy abarrotan durante las semanas de fiesta el recinto ferial y la totalidad del estadio.

Las modalidades en competición son de lo más variado. La mayoría relacionadas con el control del ganado y la destreza del jinete. Encontramos la caza de animales a lazo, el derribo de ganado saltando desde un caballo que va al galope, las carreras de carretas al estilo de las cuadrigas romanas, la doma de caballos salvajes o las divertidas carreras de niños de 5 años montados en ovejas. Y por supuesto, el famoso bull riding o monta de toros. Lo más famoso del rodeo. Para muchos se trata de los 8 segundos más peligrosos en un deporte. Por ello los actuales cowboys han decidido abandonar, por lo general, sus famosos sombreros por un buen casco que les proteja de la fuerza del toro. En esta modalidad para recibir puntuación el jinete debe permanecer un mínimo de 8 segundos sobre un toro encabritado al que se agarra con una sola mano.

Durante la retransmisión que los speakers hacen de la competición, y que se oye en todo el estadio, se descubre la idiosincrasia de la gente de esta tierra. Y aunque no venga a cuenta siempre sale a colación un tributo a los soldados americanos, a la bandera de los Estados Unidos y en esta ocasión también a George Bush, fallecido recientemente, originario de Texas y gran defensor del HoustonRodeo. Un espectáculo muy texano que no te deja indiferente.

Y aunque nos resulte sorprendente todo ese mundo texano tiene una estrecha relación con España y su historia, ya que no hay que olvidar que Texas era española. Pero la historia de los cowboys nace más al sur, en el centro de México, y comienza en 1521 con la llegada de 16 caballos traídos por Hernán Cortés y Diego de Velázquez de Cuéllar. Porque en América a pesar de la manida imagen que tenemos de indios montados a caballo no había equinos hasta que desembarcaron los españoles. Se cree que hubo caballos hace 10.000 años pero se extinguieron. La Corona española siendo muy conscientes del poder que suponía el hombre a caballo prohibió durante muchos años que tanto indígenas como esclavos los montasen.

Pero con el desarrollo del Virreinato y las necesidades de mano de obra en las zonas ganaderas se fueron concediendo autorizaciones en el centro del territorio para que algunos indígenas montaran a caballo. En un inicio no se les autorizó el uso de ningún tipo de silla de montar o arreo europeo lo que hizo que desarrollaran sus propias técnicas. Ese es el origen de lo que en el centro de México se denomina charros, en el norte del país vaqueros y en la zona del sur de Estados Unidos cowboys.

Existen ciertas diferencias entre unos y otros porque mientras la charrería hace mención fundamentalmente a habilidades ecuestres tanto los vaqueros como los cowboys muestran mayores destrezas en el manejo del ganado. Pero su origen es el mismo y está íntimamente ligado a la historia de nuestro país.