Harry Potter es una de las sagas más exitosas de la historia de la literatura y del cine con millones de seguidores y de fanáticos por todo el mundo. Por ello, es una suerte que el 13 de abril se inaugura 'Harry Potter. The Exhibition'. Sin embargo, pocos conocen el origen de la historia y su estrecha relación con Escocia.

El país británico puede presumir de ver nacer el primer libro de la saga, Harry Potter y la Piedra Filosofal. Muchos ya conocerían este dato, pero seguro que no todos saben hasta qué punto se inspiró su autora, J. K. Rowling en el país escocés para dar vida a su gran éxito literario.

Inspiración y creación

J. K. Rowling llegó a Escocia desde Oporto con su hija para tratar de empezar de cero en un nuevo país. En este momento, la escritora británica ya tenía en mente contar la historia de un joven mago así como algunos otros detalles. Sin embargo, el país escocés fue el que le dio muchas de las referencias del universo Harry Potter que convirtieron la saga en una de las más completas y exitosas de la historia.

J. K. Rowling se instaló en Leith (Edimburgo) con su hija y fue allí donde empezó a escribir el primer libro. Más concretamente en la cafetería «The Elephant House», donde pasaba las tardes escribiendo -algunos dicen que debido a las dificultades económicas que le impedían disponer de calefacción en su casa-. Desde las ventanas de esa cafetería se puede ver con facilidad el cementerio de Greyfriars y la escuela George Heriot. Estos dos puntos son claves en el universo Harry Potter. Rowling solía pasear por el cementerio de Greyfriars buscando nombres para sus personajes. Allí se pueden encontrar las tumbas de William McGonagall, Elizabeth Moodie, Margaret Scrymgeour o Thomas Riddell -sí, la tumba de Lord Voldemort está en Edimburgo-. Además, este cementerio sirvió de inspiración para la primera batalla entre Harry y Voldemort, al final de El Cáliz de Fuego.

Por su parte, el colegio George Heriot inspiró a Rowling para establecer algunas características del colegio Hogwarts, como la división de los alumnos en cuatro casas o el reparto de puntos a lo largo del curso escolar. Otro de los elementos más característicos de Hogwarts, como el «sombrero seleccionador», tiene su origen en la ceremonia de graduación de la Universidad de Edimburgo.

Una ciudad rendida a la magia

Edimburgo ha sido capital en la creación de Harry Potter y está orgullosa de ello. Es por eso que, andando por la ciudad, uno se puede encontrar con tiendas dedicadas a la saga, como «The boy Wizard», «Galaxy» o «Museum Context». Además, si se acerca al parque de Meadows podrá ver al equipo oficial de «quidditch» de la ciudad, el «Edinburgh Holyrood Hippogriffs», practicar el deporte más popular de esta saga.

La capital escocesa acumula otros espacios importantes dedicados a la novela, como las manos de J. K. Rowling inmortalizadas en el suelo de la Edinburgh City Chambers, en la Royal Mile; la calle Victoria Street, con un gran parecido al «callejón Diagon»; las gradas del Military Tatoo Festival que se celebra en verano, que podrían imitar a un estadio de «quidditch»; o el Hotel Balmoral, en el número 1 de Princess Street, lugar al que volvió J. K. Rowling para escribir «Las Reliquias de la Muerte» y cerrar el círculo que empezó 20 años atrás.

Viaje en el Hogwarts Express

Escocia también ofrece la posibilidad de subirse al mítico Hogwarts Express para emprender el camino a la escuela de magia y hechicería, aunque no hace falta ir al andén 9 y 3/4 para cogerlo. El Jacobite (nombre real de este tren) sale todos los días desde Fort William, en las Highlands escocesas, hasta su destino -que tampoco es Hogwarts, para la frustración de algunos- en Mallaig. El recorrido dura 2 horas. Para aquellos que no deseen coger el tren y prefieran ver la icónica panorámica de su llegada al viaducto de Glenfinnan, deberán coger la carretera A830, conocida también como la Road to the Isles hasta el aparcamiento habilitado para visitantes.

Escocia también ofrece la visión de algunas otras zonas clásicas de los trayectos hacia Hogwarts. En Rannoch Moor, a medio camino entre Edimburgo y Glasgow, se puede reconocer el lugar donde los mortífagos abordan el tren en la película Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1.

Rutas en Edimburgo

En Edimburgo, ciudad que concentra la mayor parte de las referencias al mundo Harry Potter, es fácil encontrar rutas diarias -casi a cualquier hora- guiadas y que muestran lo más relevante de la saga que se puede encontrar en la capital escocesa.

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