Un paso atrás para coger impulso. Una vuelta a los orígenes para reencontrarse con la esencia. Una mirada al pasado para redescubrirse. Un espectáculo con el que volver a la parte más íntima y esencial del circo. Un autodescubrimiento. Kooza, la producción con la que el Cirque du Soleil inicia su gira española en València, combina acrobacias con payasos. Y, entre la fuerza y la fragilidad, la risa y la sonrisa, la confusión y la armonía, Kooza explora temas como la identidad, el reconocimiento y el poder. «Kooza es un espectáculo simple y accesible para todos, con números artísticos muy buenos, clowns y una gran música. Es el espectáculo que siempre tuve en mente», afirma David Shiner, autor y director del espectáculo que se estrenó en 2007 en Montreal (Canadá). «Kooza trata de la conexión humana y el mundo de la dualidad, lo bueno y lo malo», explica. «El tono es alegre y divertido, ligero y abierto. El espectáculo no se toma a sí mismo demasiado en serio, pero tiene mucho que ver con las ideas. A medida que evoluciona, exploramos conceptos como el miedo, la identidad, el reconocimiento y el poder», defiende el creador al que le encanta «hacer reír a la gente», pero incide, se toma en serio «el arte de hacer el payaso». «El payaso toma las debilidades humanas más profundas y las transforma en algo divertido. Además, el payaso es un anarquista que rompe las reglas», reflexiona.

Mediante una explosión de colores, el espectáculo se abre como una enjoyada caja de juguetes para capturar la imaginación del espectador y acelerarle el pulso. Riesgo y coraje. El rendimiento humano en estado puro se muestra, bajo la carpa amarilla y azul, en todo su esplendor y fragilidad. Piruetas aéreas, torres humanas, equilibrios sobre una altura de siete metros, contorsionistas que elevan esta disciplina a la categoría de esculturas humanas, funambulistas de infarto a 4,5 y 7,6 metros sobre el suelo, saltos mortales sobre un trampolín, monociclos, la rueda de muerte... Un espectáculo superlativo. «Kooza muestra dos grandes tradiciones circenses, los payasos y el espectáculo acrobático. Son muy diferentes pero es un matrimonio que se remonta a siglos atrás», afirma el director creativo Serge Roy. «Provienen del mismo mundo, el mundo del circo.

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El Circo del Sol levanta su Gran Carpa en València

Este espectáculo acerca a la sencillez y humanidad de un circo anterior y también al público. Es muy entretenido. Recuerda a las actuaciones callejeras. Se trata de una mezcla de acrobacia y bufonadas arraigadas en el circo y en los orígenes de Cirque du Soleil», apunta.

Ocho años después de desmontar su carpa en València (Corteo en 2011; previamente, la compañía estuvo en la ciudad con Quidam en 2000, Santimbanco en 2003 y Dralion en 2006), la misión con la que el Cirque du Soleil se instala en el recinto de la antigua estación del Grau del 30 de mayo al 7 de julio es la de despertar la imaginación, estimular los sentidos y evocar las emociones. El mensaje detrás de cada espectáculo es lo que hace diferente al Cirque du Soleil. «No se trata solo de divertir, se trata de vivir y de aquello que puede hacer una vida más justa. La humanidad tras Cirque du Soleil es lo que marca la diferencia», se vanagloria Franco Dragone, fundador de la compañía.

Antiguo recinto Estación del Grau (València). Del 30 de mayo al 7 de julio.