«Rendirse, nunca», su segundo libro, es todo un éxito editorial. La polifacética Tamara Gorro anima a sus seguidores a luchar por todo aquello que quieren porque con «valentía» se puede derribar cualquier obstáculo.
P ¿Qué es lo primero que metes en la maleta?
R El móvil y ahora mi libro.
P ¿Qué es lo último que haces antes de irte a la cama?
R Dar un beso a mi marido que es con quien duermo. Antes de eso, siempre, le doy un beso a mis hijos.
P En tu bolsa de aseo nunca falta...
R Un pintalabios.
P Para dormir: ¿pijama, ropa interior o desnuda?
R Desnuda.
P No sales nunca de casa sin...
R El móvil.
P ¿Qué no falta en tu nevera?
R Agua.
P ¿Y en tu bolso?
R El móvil, soy una obsesiva del móvil. No puedo vivir sin él. También llevo siempre mi neceser.
P Si fueras invisible por un día, ¿qué es lo primero que harías?
R Meterme dentro de las clases de mis hijos para ver que es lo que hacen.
P ¿A quién le darías un pisotón?
R A más de un político.
P Si te dan mil euros con la condición de que te los gastes en media hora, ¿qué te comprarías?
R Compraría los caprichos que mi familia quisiera.
P ¿Te acuerdas en qué gastaste o invertiste el primer sueldo?
R Le compré un abrigo a mi madre.
P Una canción que nunca te cansas de escuchar.
R Hasta el fin del mundo de Karina.
P ¿En que ocasiones mientes?
R A mis niños para engañarles con todo. Son mentiras piadosas. A mis abuelos, a veces, les digo mentiras piadosas para que no sufran.
P ¿En qué te molesta perder el tiempo?
R En tonterías, absurdeces, en discutir y darle una y mil vueltas a una misma cosa.
P ¿Para qué te consideras un as?
R Para entretener.
P ¿Y para qué una negada?
R Para colaborar en una mentira.
P Un pensamiento que te aporte energía.
R Si pienso que alguien está enfermo y que tu eres la que tiene que tener energía para tirar hacia adelante.
P Un adjetivo con el que te definirías.
R Luchadora.
P ¿Un deseo por cumplir?
R Continuar siendo feliz.
P ¿Una extravagancia?
R No soy nada extravagante.
P ¿A qué le tienes miedo?
R A la muerte.
P ¿Qué plato le prepararías un amigo?
R Que se lo prepare él, ¿eso vale?
P ¿Con quién te gustaría cenar?
R Con mi marido.
P ¿Qué te da corte?
R No tengo vergüenza.
P Cuélgate una medalla.
R Soy una mujer espectacular.