Cuando Truman Capote se trasladó al pueblo de Holcomb (Kansas, EE UU) para investigar el inexplicable asesinato de una familia de granjeros decidió no llevarse su bloc de notas. Decía que era para «no coartar la espontaneidad de los entrevistados». Era el año 1959 y no existía ni internet ni el «directo» televisivo. Su paciencia -fueron siete años de pesquisas- dio lugar a la novela A sangre fría, la obra de no-ficción que marcó un antes y un después en el periodismo de investigación. Como Holcomb, Alcàsser también hizo historia, al ser el escenario del crimen más mediático de la televisión en España. Pero a diferencia de Holcomb, en la localidad valenciana si que hubo cámaras, platós de televisión improvisados y entrevistados con ganas de que se les tomaran notas. Los focos no consiguieron «ahogar» la espontaneidad de quienes lo vivieron de cerca, tampoco lograron apagar la psicosis colectiva que se generó en torno a tres adolescentes desaparecidas: Miriam, Toñi y Desirée. Y dos sospechosos: Antonio Anglés y Miguel Ricart.

Netflix se ha propuesto aglutinar la escalada de acontecimientos que ocurrieron desde aquel 13 de noviembre de 1992 hasta nuestros días, cuando los nombres de los cinco implicados siguen formado parte de interrogantes. «El caso Alcàsser» es el resultado de 228 horas de entrevistas a 58 personas, de repasar más de 500 horas grabadas en aquellos años y de un concienzudo trabajo de un año y medio. «No queremos incidir en el dolor de nadie sino hacer una crónica de todo lo sucedido, una parte de la cual es suceso criminal y hay otra parte muy importante sobre cómo los medios de comunicación afrontaron aquellos hechos», aseguró Ramón Campos, productor de esta docuserie de cinco capítulos. Netflix es especialista en este género televisivo, llamado «true crime» Making a Murderer, The Keepers, Amanda Knox, Las cintas de Ted Bundy, La desaparición de Madeleine McCann o El caso Asunta figuran en el catálogo de la plataforma.

Las tres jóvenes desaparecieron haciendo autostop. Nada se supo de ellas en más de 70 angustiosos días, hasta que el 27 de enero de 1993 encontraron sus cadáveres en una fosa próxima al pantano de Tous. Ricart acabó en la cárcel y Anglés se fugó. Unos dicen que murió y otros que llegó a salvo a Dublín, desde donde podía haber cogido otro avión a Brasil, donde reside parte de su familia.

El documental de Netflix se centrará en la cronología del crimen, pero también en el papel de algunas de las caras televisivas de la época . Desde la aparición de los cadáveres, la actualidad informativa multiplicó su velocidad para ver quien tenía la mejor exclusiva, el mejor testimonio y el mejor plano de la conmoción del pueblo de Alcàsser. Una de las protagonistas de aquella vorágine mediática fue Nieves Herrero, quien presentó «De tú a tú» desde el municipio y con la presencia de padres de las víctimas. La propia presentadora describió el programa años después como «un error». Era una televisión inmadura, de hechos consumados, en un país que apenas llevaba 15 años de democracia. Algunos señalan el crimen de Alcàsser como el inicio de la «telebasura» en España. Aunque otros aseguran que en cierta medida hemos mejorado. El primer capítulo de la serie de Netflix arranca con una llamada de Toñi la tarde de su desaparición a la radio local de Alcàsser en la que dedica la canción «Major Tom», de Peter Schilling, a algunas de sus amigas, entre ellas Miriam y Desirée. ¿Habría que redefinir el concepto de «telebasura