Después de 16 años sin subirse a un escenario, La Polla Records iniciará en València su particular gira del lucro indecente. En su caso, según reconoce su cantante Evaristo Páramos (Tui, Pontevedra, 1960) la banda lo hace porque no tiene ni más oficio ni más beneficio «que ganarse la vida con este rollo».

P Miéntenos y dinos que nos quieres, que empieza en València la gira de regreso de La Polla porque somos un público especial.

R No te lo voy a decir, porque para nosotros València y toda esa zona ha sido como todas las demás. Con La Polla, y también con Gatillazo, siempre hemos estado tocando mucho por ahí y siempre hemos tenido muchos colegas. Pero en Madrid y en Barcelona o en nuestra tierra, imagínate el escándalo. Y mis colegas gallegos del Celta y así€ La cuestión es que en un montón de años nos ha dado tiempo a tener colegas en todas partes y a pasarlo bien en todos los sitios, incluido en València.

P En València agotasteis entradas en unos días y habéis ampliado a un concierto más. Parece que hay ganas de La Polla, ¿no?.

R Esa pinta tiene, sí.

P ¿Pero España ha escuchado lo suficiente a La Polla? Lo digo porque ahora hay militares en el Congreso, la Iglesia sigue diciendo qué hacer y qué no...

R Supongo que no. Pese a que haya un montón de gente en los festis y conciertos, no somos mayoría. Que el Ejército se meta en cosas en España pasa siempre, y la Iglesia también tiene una amplia tradición en esto desde la que montaron en Roma con el emperador. Tienen tradiciones que mantener, joder, que no los entendéis.

P ¿Te preocupa que mogollón de gente que siempre ha vivido tristemente vote ahora a la extrema derecha?

R No sé cómo será en las capitales como València, supongo que irá por barrios, pero en los pueblos todos nos conocemos y sabemos de qué pie cojea cada uno. Lo único es que ahora no tienen problema en decirlo a la cara. Antes la gente tenía vergüenza de parecer racista y ahora dice: «pues sí, soy racista, ¿qué pasa?». No es porque no lo fueran antes, pero que ahora lo pían.

P El punk nació en los 70 como una expresión de rabia adolescente. ¿Cuál es la excusa para seguir siendo punk pasados los 50?

R Pues ninguna, simplemente que los antiguos motivos siguen vigentes y luego te puedo decir otra: que tenemos familia pero no tenemos ni oficio ni beneficio y nos tenemos que seguir ganando la vida con este rollo. Te lo digo en exclusiva por si nadie se había enterado. Cuando empezamos con esto a los 16 años, dijimos «vamos a aguantar un ratico y luego vemos». Y mira qué bien nos ha salido, ¿eh? Antes los que todavía no eran de Vox nos mantenían y nos daban de comer.

P Cuando los Sex Pistols volvieron en 1996 bautizaron su gira como la del «lucro indecente». ¿Van por ahí vuestros tiros?

R Siempre me ha caído bien el Johnny Rotten ese y no lo conozco personalmente. Supongo que cuando puso ese nombre dijo «me vais a dejar de chorradas y os lo doy hecho para que no me lo digáis». Supongo que también tenía otros motivos porque me parece un tío que tiene su cebolleta en condiciones, que le funciona la pelota.

P ¿Al Evaristo de 1984 le hubiera gustado ver al Evaristo de 2019 encima de un escenario?

R Pues no te sé decir, creo que ni se lo hubiera imaginado. Cuando tenía 24 no podía ni pensar que alguna vez tendría 58. «¿Tú estás loco?», me diría. «¿Un puto viejo y cantando? Ni de coña». Y ya ves, lo que es la vida.

P ¿Te preocupa la influencia que han tenido tus canciones en el pensamiento de miles de personas?

R Me hago una idea, pero intento no pensar mucho en eso. Supongo que si esas mismas cosas las hubiera dicho otro también hubieran influido. Esas miles de personas solo oyeron a un grupo que las decía, nada más. No es que nosotros ejerciéramos una influencia sobre nadie. Yo entiendo cuando alguien viene y me dice: «Hostia Evaristo, que tú me has influido€». Yo sé que nadie me lo dice por gilipolleo, pero entiendo que la gente se deja influenciar por lo que ya les mola de por sí. A mí me ha pasado mogollón de veces, leer un libro y quedarte con una frase y decir «esto lo hubiera pensado yo».

P Ahora se cuestionan mucho los logros de la Movida y a los punks se os ensalza. Quién lo hubiera dicho...

R Son vueltas que da la vida. Pero bueno, supongo que los chavales de la Movida se divertían y a su manera hacían música. ¿Por qué no van a tener derecho? E incluso si alguno sabe tocar, que toque, también tiene derecho, pobrecico. Estamos tocando nosotros que no tenemos ni puñetera idea, ¿cómo no va a tocar uno que sabe?

P ¿Vosotros aún no habéis aprendido a tocar?

R Bueno, las guitarras aún van para adelante, pero yo no. Toco la armónica, pero antes miro hacia los lados para comprobar que haya un kilómetro de vacío.

P Vuestra discográfica dice que recuperáis viejas canciones «sin miedo a la censura». ¿Tener que destacar eso no es un paso atrás?

R Es que hay censura. Ya no hay eso de tener que registrar las letras ni presentar una instancia para que las autoricen, pero es algo mucho más sibilino, simplemente lo van haciendo. La libertad de expresión me dirás tú, que te dedicas a esto, que te las has creído. Yo en ningún momento me he visto seguro, y por eso habrás observado que en las letras de La Polla había algunos cuidados, maneras de decir las cosas, porque hay que tener precauciones para que no te tuerzan las pelotas, amigo.

R No tendremos descanso ni paz, decís en vuestra nueva canción...

R Imagínate con esta edad, que nos tendremos que meter algún chute de vitamina B para parecer jóvenes. No sé si meterme botox para quedar en las fotos un poco estirado. ¿Me puedes pasar, tú que eres de allí ,el contacto de Camilo Sesto?

P Pues ahora mismo no lo tengo. Pero lo que te iba a preguntar es si nos tenemos que conformar con eso, con no tener ni descanso ni paz.

R Ni de coña, pero yo no soy nadie para decirle a alguien que luche o pelee. Y tampoco estoy en una posición para decir todo lo que pienso, pero pienso muchas cosas.