La llegada del buen tiempo siempre viene acompañada de un notable crecimiento de las alternativas de ocio al aire libre. Un escenario de esparcimiento en el que los deportes de agua adquieren un notable protagonismo para aquellos que tenemos el privilegio de vivir junto al Mediterráneo. La aparición de nuevas modalidades asociadas al mar ha traído consigo una nueva «hornada» de practicantes, hasta ahora ajenos a los deportes náuticos. Y un claro ejemplo es el paddle surf.

Se trata de una variante del surf tradicional a la que se le añade a la tabla de deslizamiento una pala con la que poder navegar de pie. Una modalidad originaria de los nativos de las islas de Hawai para sus labores de pesca y que denominaron Ku Hoe He'é Nalu. Mas tarde esta variante fue adoptada por los monitores de surf de las costas californianas para vigilar y ver los progresos de sus alumnos entre las olas.

Ahora, el paddle surf, también conocido por las siglas SUP (Stand Up Paddle), cuyo significado no es otro que el de «remar de pie», se ha convertido en una de las principales atracciones para los amantes de la playa además de ser una puerta de acceso idónea para aquellos que desean iniciarse en los deportes de agua. Si por algo destaca el paddle surf es por mostrar un enfoque de gran accesibilidad para todo tipo de públicos y la posibilidad de practicarse en diversos entornos de aguas tranquilas, tanto en mar abierto como en pantanos con la ventaja respecto al surf de no necesitar la presencia de olas para su práctica.

Los beneficios del paddle surf

Uno de los principales atractivos del paddle surf es el amplio abanico de beneficios que aporta su práctica. En su vertiente más lúdica y tranquila se presenta como una herramienta de movilidad acuática de lo más sugerente. Una propuesta de vida activa y saludable que mantiene al usuario en contacto directo con la naturaleza y le facilita el acceso a los más recónditos parajes de nuestras costas. Además, su práctica es totalmente compatible y respetuosa con el entorno y usuarios de la playa, ya que se realiza a una distancia prudente de la costa y bajo un enfoque de puro deleite del mar.

A esta concepción de disfrute del medio ambiente marítimo se le añaden otras ventajas como la de poder contemplar paisajes únicos, ya que su práctica se centra a lo largo de las primeras horas de la mañana con un inmejorable telón de fondo. Asimismo, se presenta como un más que completo ejercicio físico en el que se trabaja todo el cuerpo, especialmente el tren superior, y se potencia el equilibrio. Por otro lado, cuenta con un componente de relajación más que destacado. Una clara prueba son las variantes del paddle surf que se combinan con el yoga o el pilates. El carácter recreativo del paddle surf se refuerza gracias a su propuesta de práctica familiar o en grupo, lo que le convierte en una aún más atractiva alternativa para disfrutar de una jornada en el mar. No obstante, para aquellos que busquen sensaciones fuertes, el paddle surf también dispone de otras alternativas competitivas tanto en su variantes de olas como en la de regatas, donde se explota la capacidad física y técnica.

Formación obligada

Si bien se trata de un deporte asequible a todo tipo de practicantes de las más variadas edades, también cuenta con un importante componente técnico para poder disfrutar a fondo y sin complicaciones de su práctica.

A pesar de su aparente facilidad, y tal y como asegura Tomás Palao de SUPSkull, «para iniciarse en el paddle surf es necesario contar con una superficie lo más plana posible para asimilar los principios imprescindibles para lograr un equilibrio óptimo sobre la tabla, aprender a maniobrar y lograr la máxima eficiencia con el remo». Una labor de aprendizaje que también respalda Óscar Giménez,de Mediterranean Surf School, que recalca la importancia «de contar con instructores acreditados por la federación española de surf, ya que el mar es un aula un poco particular, donde la experiencia y las nociones de un profesional pueden acelerar y ofrecer el más adecuado nivel de aprendizaje bajo unas estrictas condiciones de seguridad».

Dadas las peculiaridades de todo deporte que se realice en un medio acuático, para una primera toma de contacto con el paddle surf es muy recomendable, si no imprescindible, recurrir a la experiencia y consejos de monitores profesionales especializados. Una formación necesaria para disfrutar desde el primer día del paddle surf, y que nos facilite la aclimatación del cuerpo a un ejercicio al que no se está habituado como prevención a la aparición de lesiones.

En este sentido, la costa valenciana cuenta con un amplio despliegue de escuelas especializadas. Desde la misma ciudad de València, y a lo largo de todo el litoral en dirección norte y sur, se pueden encontrar puntos de formación en entornos privilegiados en los que iniciarse en el mar de la manera más divertida y segura.