El «Bella Ciao» vuelve a sonar desde elviernes en las pantallas de todo el planeta. La tercera temporada de «La casa de papel» ya puede verse en Netflix de una sentada. Millones de espectadores dejan de contener el aliento para abrirle los brazos a la pandilla de atracadores más conocida de la pequeña pantalla. Lo de «La casa de papel» es ya un fenómeno mundial del que es difícil escapar. Todo acompaña. Las máscaras de Salvador Dalí, un magnético reparto -encabezado por Alba Flores, Úrsula Corberó y Álvaro Morte- y una dirección de arte exquisita, dirigida nada y nada menos que por Abdón Alcañiz, un vecino de Sueca que ya es un habitual en las producciones de Álex Pina, como «Vis a vis» o largometrajes como "Un monstruo viene a verme", de J. A. Bayona.

En esta tercera temporada la banda vuelve a reunirse. Tras conseguir huir con mil millones de euros de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, los atracadores acuden a la llamada de El Profesor, que recibe una alarmante noticia: uno de los miembros de la banda (Río) ha sido capturado. El plan para rescatarlo será llevar a cabo un nuevo golpe, esta vez en el Banco de España. Para ello, aparecerán nuevos integrantes: Palermo, Estocolmo, Bogotá, Lisboa y Marsella.

«La casa de papel» logró en noviembre de 2018 el Emmy Internacional en la categoría de mejor drama, en unos premios que reconocen los mejores programas de televisión producidos y emitidos fuera de Estados Unidos. La serie competía frente a «Urban myths», del Reino Unido; «Um contra todos», de Brasil; e «Inside edge», de India. El premio supuso que la historia de esta pandilla de atracadores corriera como la pólvora. Pronto se popularizó el disfraz de Dalí y empezaron a aparecer «scape rooms» de la serie como setas.

La resonancia internacional de la serie ha tenido un claro reflejo en esta tercera temporada. El éxito de la producción -que es ya la serie de habla no inglesa más vista de Netflix- ha multiplicado su presupuesto para crear escenarios más espectaculares. Uno de los secretos mejor guardados de esta nueva entrega era que el equipo de rodaje iba a viajar al extranjero. En concreto a Tailandia, Panamá e Italia.

En esta nueva entrega hay más acción y espectacularidad. Dos factores indispensables para el gigante estadounidense del streaming. El único riesgo al que se enfrenta la serie ahora es a perder su esencia. La serie estaba planteada para tener un final cerrado desde su emisión en Antena 3. Sin embargo, el salto a Netflix y su posterior éxito lo cambió todo. Los creadores demostraron tener un fuerte manejo del suspense, ya que los tiempos eran otros y había menos recursos. El guion recogía el peso de la serie. Pero no ahora. Las explosiones y los grandes parajes parecen ser la tónica de esta nueva temporada. Veremos si la serie logra convencer al sector más crítico de la audiencia. Apuesto a que sí. Lo único que es seguro es que la carrera de sus actores protagonistas ya es imparable en el extranjero.