El Museo de la Seda alberga la exposición sobre piezas de los grandes diseñadores en el siglo XX. Una muestra temporal que lleva en el centro de la calle Hospital desde el mes de junio y que se prolongará hasta el mes de octubre. Se trata de una exposición que cuenta con piezas de todo el siglo XX y pone cara a los principales diseñadores del sector de la moda al presentar una fotografía y una breve biografía junto a sus piezas más icónicas, para cuya confección se ha empleado, entre otros materiales, la seda.

La exposición surgió a partir de un convenio con una ONG denominada Delwende. Esta entidad tiene unos fondos muy valiosos, resultado de donaciones de particulares. En el caso de esta muestra, un coleccionista de moda donó gran cantidad de prendas y el museo hizo una colaboración con la ONG para hacer varias exposiciones. A cambio, la entidad ha proporcionado una compensación económica a modo de donación.

«Los grandes de la moda en la seda» ha tenido una acogida muy fuerte, afirma el director del centro Vicente Genovés, «porque la gente que la ha visto sale encantada y es una exposición que sube un peldaño más al museo». A la salida hay un libro donde la gente apunta impresiones; «los comentarios son muy positivos y está viniendo mucha gente».

La moda a lo largo del siglo XX ha ido evolucionando. Este cambio se aprecia a la perfección observando las prendas que se muestran, algunas de ellas con un fuerte componente histórico, como los vestidos nupciales.

Actividades complementarias a la exposición

Para el mes de septiembre están previstas varias conferencias sobre moda. Una más histórica sobre cuándo surge la moda en el siglo XVIII, con un enfoque más científico. Y otras dos en las que contarán con la presencia de diseñadores y una mesa redonda donde la gente podrá intervenir o participar.

Estructura de "Los grandes de la moda en La Seda"

La exposición se divide en cuatro secciones «Las novias», donde los espectadores podrán contemplar vestidos de moda nupcial con tejidos rasos, vaporosos, bordados en plata o apliques de tul; «Maestros de la moda», que alberga piezas de los diseñadores más destacados de la alta costura creadas para «Prêt-à-porter» -aunque por sus versátiles diseños también podrían emplearse para salir de noche-; «Vestidos de fiesta», con piezas muy elaboradas con detalles muy minuciosos y elementos como pedrerías sofisticadas, confeccionadas por diseñadores como Valentino, Emma Domb y Vince Williams, entre otros; y finalmente, «Tocados y complementos», con objetos y artículos de marcas como Chanel, una gran variedad de zapatos de tacón, cinturones o pasamanería.

Además de las partes de la exposición, ésta también se estructura en el espacio de una manera peculiar, por ejemplo la «Sala de la fama», donde las piezas se distribuyen simulando un salón de baile. En esta habitación hay cuatro grupos de «personas» en las esquinas hablando. «Los vestidos negros de principios del siglo XX serían las madres; en otra esquina se sitúan las hijas, una de ellas con un traje rosa de pedrería palabra de honor, y así con todos los grupos de la sala», explica una de las comisarias de la exposición, María Luisa Llorens.

La muestra cuenta además con una vitrina repleta de figuras de plomo, que son donación del Museu de l'Iber. Cada figura viste una de las obras más emblemáticas de un diseñador y se presenta junto al nombre del artista.

Los asistentes también pueden observar una parte gráfica, con portadas de las revistas más relevantes del mundo del diseño, como Vogue o Bazaar, además de bocetos realizados por los propios diseñadores.

Conversión de la seda en ropa

El proceso de conversión de la seda en ropa es largo y complejo. Hoy en día, no hay producción de seda como materia, sino que se compra en Asia. En cambio, tradicionalmente se plantaban las moreras, se criaban los gusanos, compraban los capullos, realizaban el proceso de conversión en hilo, se devanaba, tintaba, hilaba y se tejía. Ese proceso de producción queda reflejado en la parte inferior del museo, donde hay telares artesanales y una demostración de la obtención de la seda de los capullos. Se explicita cómo se meten en agua caliente y se procede a la obtención del material. Además, la gente también tiene la oportunidad de participar.

En cuanto a la tejeduría, en València hay fábricas artesanales e industrializadas. Estas instalaciones todavía siguen vivas gracias a la fiesta y a la indumentaria, como por ejemplo, los trajes de falleras y falleros, o prendas de fiestas y eventos confeccionadas con dicho material.

Valor añadido que aporta la exposición

Según cuenta María Luisa Llorens, los asistentes han podido aprender de telas que se empleaban y de cómo cosían los grandes de la moda.

Por otro lado, al visitante le ha aportado una visión novedosa de la casa. Las exposiciones anteriores han estado más enfocadas hacia el pasado, pero «Los grandes de la moda en la seda» es más actual. Muchos diseñadores y estudiantes de diseño han acudido al museo para detenerse en las piezas con curiosidad y mirar minuciosamente sus cuidados detalles.

En balance, se trata de una exposición muy atractiva para todos los públicos y que conecta bien con la gente joven. Según detalla la comisaria, esta exposición ha atraído a este tipo de perfiles, que desde siempre había sido muy difícil captar su atención.

Además ha aportado un aire de renovación al museo. Las personas que visitan el centro tienen la oportunidad de ver de cerca la ropa de grandes diseñadores.