La Marina de València se ha convertido en la puerta que necesitaba la ciudad para abrirse al mar. Desde su inauguración coincidiendo con la celebración de la 32ª Copa del América en 2007, esta antigua zona portuaria ha sido un polo de atracción para el turismo náutico que a su vez ha servido de punto de referencia para los amantes de los deportes de agua. Éste es el caso del piragüismo cuyos practicantes han encontrado en estas instalaciones el mejor escenario.

La lámina de agua de 2 kilómetros de la que disfruta el interior de la Marina, se ha convertido en la gran aliada de los amantes de este deporte. Una modalidad que cuenta con un amplio lista de variantes que van desde los tradicionales kayaks de uno y hasta cuatro palistas, hasta los innovadores surf ski. Precisamente València se ha convertido en un referente para los seguidores de éstos últimos. Unas embarcaciones con las que se consigue combinar el tradicional desplazamiento por el medio acuático propulsado por una pala con la emoción de surfear aprovechando el impulso de las olas.

El sur ski tiene sus orígenes en las costas australianas y sudafricanas donde se empezó a practicar como un medio específico en tareas de rescate y salvamento, gracias a su agilidad y capacidad de alcanzar velocidades superiores a las de los kayaks tradicionales.

Referentes a nivel nacional

El Club Piragüismo Marina Valencia se ha consolidado como uno de los principales protagonistas del surf ski a nivel nacional. Desde 2013, este pequeño club en constante crecimiento ha luchado por acercar al público valenciano al mar a través de esta divertida modalidad. Un deporte al alcance de todo tipo de personas que quieran disfrutar de manera plena del excelente «campo de juego» que ofrece el Mediterráneo, de manera independiente de su condición física y edad. Tal y como asegura Juan Carlos Sánchez, alma máter del Club Piragüismo Marina Valencia, «la costa que rodea a la ciudad y las instalaciones de la Marina son el entorno perfecto para la práctica del piragüismo». Una idoneidad que se refuerza aún más en lo que respecta al surf ski. La puesta en marcha del «Poblado Náutico» en la Marina ha conseguido reunir a un buen grupo de clubes entre los que se encuentra el Piragüismo Marina Valencia. Ventajas como contar con un hangar propio en el que almacenar piraguas y material deportivo, accesos cómodos al mar o un canal de 400 metros para realizar cursos de iniciación o el ya mencionado de 2.000 metros para la práctica en aguas tranquilas cuando las condiciones del mar no aconsejan salir a navegar, hacen de este entorno el lugar perfecto para disfrutar del deporte náutico sin salir de València.

Bautizo con la pala

«El surf ski ofrece mucho más que el kayak que todo el mundo conoce». Así de rotundo se muestra Juan Carlos Sánchez. «Se trata de una modalidad que, además de aportar las sensaciones de la navegación y la exigencia física que cada uno se imponga, requiere un especial control de cuerpo y una mayor interpretación del mar y del viento». Por todo ello, se necesita una formación específica para poder sacar todo el rendimiento a estas alargadas y ligeras embarcaciones.

El plan de toma de contacto con el surf ski es de lo más sencillo. Tal y como nos asegura Ángeles Belda, «el surf ski se adapta a todo tipo de público, tanto a expertos en los deportes náuticos como a aquellos que se inician en el mar». La horquilla de edades en la que se mueven los practicantes es de lo más amplia, con edades que parten desde los 8 años. Para ello, lo idóneo es comenzar con una bautizo con el que realizar una primera toma de contacto de alrededor de dos horas de teoría y práctica, en las que asimilar los conceptos básicos del piragüismo y a su vez experimentar las primeras sensaciones con la pala en las manos.

Un estreno que se puede reforzar más adelante con cursos de iniciación y perfeccionamiento de la técnica necesaria para sacarle todo el provecho a estas embarcaciones. Y es que, una de las grandes particularidades del surf ski es la importancia de la navegación para aprovechar el impulso de las olas. Un arte el de «surfear» que viene acompañado de un «intenso trabajo previo de técnica y conocimiento de las condiciones del mar» tal y como afirma Juan Carlos Sánchez.

Asimismo, se trata de un deporte en el que cada uno se puede imponer el ritmo y esfuerzo que quiera, aunque su práctica, sobre todo en sus inicios, exigen una importante dedicación al recurrir a grupos musculares que habitualmente no se está acostumbrado a trabajar. En este sentido, cabe destacar los importantes beneficios que el surf ski lleva consigo para el practicante como las mejoras que se obtienen en los actos reflejos, el control del propio cuerpo, el equilibrio, la respiración y la concentración. Si a todo ello se le añade el componente de esfuerzo físico, la combinación no puede ser más completa. Sin duda alguna, el surf ski ofrece una interesante oportunidad de acercarse al mar bajo una propuesta de deporte y navegación a las mismas puertas de la ciudad de València.