Ya lo dice el refrán: «renovarse o morir». A lo largo de la historia el ser humano ha tenido que ir reinventándose para adaptarse a las nuevas circunstancias. Bien, pues con la música ocurre lo mismo. El auge de su consumo online a través de plataformas como Spotify o YouTube, formatos portables como el USB o la música reproducida a través del móvil por dispositivos con bluetooth, ha hecho que los Cd’s y formatos físicos de ventas musicales se encuentren en peligro de extinción, únicamente salvados por coleccionistas, amantes de la música o seguidores de grupos que compran sus productos. Ha llegado la hora de innovar.

Sin escatimar en creatividad y visión empresarial, el grupo valenciano Johnny B. Zero ya tiene experiencia en esta innovación, cuando el año pasado potenció su canal de YouTube con unos peculiares vídeos musicales. Ahora la banda va más allá con su nuevo trabajo discográfico presentado en un vinilo de dos canciones, pero esta renovación mirando al pasado no otorga al producto su finalidad original, sino que el vinilo ahora pasa a destinarse a otro cometido principal. Aquí es donde se introduce el concepto «merchandising»; objetos de grupos a disposición de sus seguidores y seguidoras a modo de promoción. Según Juanma Pastor, vocalista del grupo, «el formato físico ha desaparecido en cierta forma, pero el residuo fetiche de tener un producto físico de un grupo que te gusta no».

«El proyecto salió el 13 de septiembre. Es un single nuevo de la banda que hemos sacado en formato de vinilo y consta de dos canciones, con su cara A y cara B. Hemos pensado que es una buena pieza de merchandising», afirma Juanma. Además de eso, al estreno se suma un videoclip doble que incluye los dos temas y da acompañamiento visual a ambas canciones.

Con este proyecto «esperamos crecer. Hemos hecho un producto bastante ‘cachondo’ y guay y hemos sacado dos temas chulos, uno de ellos es cercano al rock, pero con música de baile, un tema bailongo. En cuanto a la balada, es muy lírica y bonita. Ambos temas son complementarios. Siempre que se sacan temas en el formato de dos canciones, tiene que haber un single claro y predominante, que en este caso es el bailable».

Una de las cosas que hay que tener en cuenta a la hora de embarcarse en nuevos proyectos es que los formatos musicales y artísticos van muy ligados a su divulgación. A su vez, el ámbito comercial va ligado a la subsistencia del grupo. Para ello es importante ser funcionales. De acuerdo con el vocalista, hay que tener la máxima repercusión posible a través de un formato atractivo -por no ser tan común-; aunque ya se sabe que cuando hay una tendencia y todo el mundo se adscribe a ella, deja de tener poder o pierde su magia. «Siempre hay que estar pendiente para ver qué haces y qué no, para por un lado estar, y por el otro no estar haciendo lo que todo el mundo», añade el cantante.

Innovación mirando hacia el pasado

Los vinilos vuelven al mercado para ser escuchados, pero también admirados. Cada vez es más frecuente su compra para el merchandising. ¿Quién usaría un disco de decoración pudiendo tener un vinilo?

«Cuando piensas o planeas cómo sacar un disco hay que mirar en términos de eficiencia. Muchas veces piensas más en merchandising que en la utilidad real, que es la música. Apenas ya nadie compra Cd’s porque los escucha en las plataformas digitales. Los vinilos son más bonitos, más grandes y más estéticos», reitera Julio Pastor, teclado.

Eficiencia musical

Johnny B. Zero es un grupo con un as bajo la manga y es que no son pocos los temas que tienen guardados en nevera. Ese es el motivo por el que apuestan por la eficiciencia musical. Según Juanma, de un disco destacan unas canciones determinadas, mientras que el resto pasan a quedarse obsoletas al poco tiempo de su lanzamiento. Ese es uno de los motivos por los que se ha lanzado un vinilo con dos temas, porque así se exprimen al máximo las dos canciones. «Este formato nuevo tiene más que ver con nuestra velocidad de producción. Tenemos unos diez o doce temas y queremos hacerles justicia planeando los lanzamientos de una manera más eficiente», determina el teclista. Por otro lado, al ir sacando temas de dos en dos, permite a la banda tener movimiento durante medio año aproximadamente.

El producto audiovisual de dos temas

Antes de lanzar el vinilo de dos canciones, el grupo valenciano ya tuvo un primer contacto con esta estructura. Hace poco más de medio año, la banda sacó tres vídeos de 10 minutos cada uno en los que interpretaban en directo dos de las canciones de su álbum «Suicide Watrermelon Stories». La interesante propuesta explota al máximo el buen directo de la banda y permite a los usuarios de YouTube ver cómo se desenvuelven los artistas en vivo. Podría parecer que este formato surge a partir de una idea al azar o por mera voluntad del grupo, pero estos vídeos tienen un porqué. Tal y como afirma Juanma, tiene que ver con el minutaje y el algoritmo de YouTube, hay un tiempo que es óptimo para tener presencia o no en la red social. «El feeling de nuestros directos es difícilmente plasmable en una grabación de estudio, de ahí las sesiones en directo, porque se representaba mejor y es uno de nuestros puntos fuertes». Por otra parte, el vídeo da posibilidad de reflejar también espectáculo, para hacer el producto más atractivo. «El escenario es un espacio performativo donde haces lo que quieras. Realmente el músico es un poco actor también», añade.

Después de lanzar las tres «sessions» el balance fue positivo. Según afirma Julio Fuertes, «nos han ayudado a engordar todavía más el canal y muchos minutos de visualización. Han tenido una acogida muy cálida y han aclarado muchas cosas acerca de qué tipo de banda somos y cómo tocamos. Hemos recibido muchos comentarios muy bonitos al respecto de esas sesiones, que seguiremos subiendo poco a poco». En términos económicos, les ha permitido asimismo monetizar el canal.

Música online

Siguiendo las palabras de Julio, «el disco físico es prácticamente merchandising y supone un ingreso fuerte para la banda. Spotify y las demás plataformas son el lugar de escucha actual y entre sus virtudes están las analíticas: saber en qué ciudades te escuchan más es valiosamente útil para planear una gira, por ejemplo».