"Poner la hamburguesa en el sitio que se merece", ese es el ambicioso objetivo que se marcó el equipo de Burger Beer cuando inició su andadura en esta popular industria. Pocos años después, la firma se ha convertido en uno de los restaurantes valencianos más afamados en la elaboración de este plato.

Haciendo de la sencillez su rasgo identitario, la hamburguesería consigue transformar las clásicas recetas en platos gourmet. Un concepto que mezcla lo simple con lo excepcional, que convierte en fácil lo difícil y que ofrece a los clientes hamburguesas sibaritas en un espacio informal.

Su servicio centrado en un asesoramiento capaz de satisfacer las necesidades de los clientes, así como en la calidad del producto ofrecido, convierte a Burger Beer en un restaurante alejado de los establecimientos de comida rápida.

Así, los platos solo se elaboran cuando se anota la orden con cuidadoso esmero. Para ello, la empresa utiliza la carne de los mejores animales, entre los que se encuentra la clásica ternera, el pollo y el cordero.

Con una amplia gama de hasta 14 hamburguesas de 200 gramos, la carta de Burger Beer también ofrece numerosos entrantes, como el "steak tartar" de ternera del Valle del Esla o el pollo crujiente cocinado al estilo Kentucky con salsa de guindilla dulce, ensaladas, postres y un surtido menú de carnes.

Y es que, la carne roja está presente en multitud de ofertas gastronómicas del restaurante. Desde costillares de cerdo con salsa barbacoa a la miel hasta la panceta de cerdo de doble cocción, pasando por las brochetas de cordero picado especiado y las hamburguesas.

El gran secreto de Burger Beer

La excelencia de la firma de hamburguesas reside en la sencillez de los pequeños detalles. El establecimiento pica a diario la carne cocinada, elabora sus salsas caseras de forma artesanal, como la picante o yogur, y trabaja con el mejor pan. Uno procedente de hornos tradicionales capaces de permanecer intactos hasta el último bocado. Y es que, en Burger Beer no conciben "otra manera de una buena burger".

Tal es su empeño en impregnar toda su oferta culinaria de calidad e identidad que, con ese propósito, la firma cuenta con su propia cerveza. La Malparida llegó para saciar la sed de todos los amantes de la cerveza artesana fresca y equilibrada.

Un entorno agradable pensado para todos los comensales

Pese a su innegable influencia estadounidense, el espíritu mediterráneo está patente en gran parte de las recetas de Burger Beer. Así, tanto en productos como en proveedores, el local mantiene su compromiso con el mercado autóctono y de proximidad.

En este sentido, se nutren de ternera charolesa y adapta su menú a los productos de temporada. Un menú responsable que es posible gracias a proveedores locales de municipios valencianos, como Club Shybarum o Rosa Lloris. Y es que, sus longanizas de Ontinyent nada pueden envidiarle a los corderos de Paco Andreu, carnicería tradicional del Mercado Central de València.

Además, pese a ser el restaurante soñado para cualquier persona amante de la carne, Burger Beer tiene en cuenta a las personas veganas. Pensando en ellas, la firma elaboró una carta que incluye una hamburguesa elaborada con alimentos de origen vegetal, escalibada con verduras asadas a la brasa, milhojas de berenjena con sofrito de la abuela y aceite de albahaca, ensalada de col con pasas y piñones o el Huertano, un sándwich hecho con verdura, cebolla caramelizada y queso de mahón, entre otros.

Para los más pequeños, el restaurante ofrece menús infantiles para que niños y niñas disfruten comiendo a su medida. De este modo, podrán elegir entre elaborados "hot dogs" o pequeñas hamburguesas, ambas opciones acompañadas de bebida y patatas fritas.