Fele Martínez (Alicante, 22 de febrero de 1975) saltó a la fama hace 20 años por su papel en Tesis, la ópera prima de Alejandro Amenábar, por el que ganó un Goya. Luego llegaría Abre los ojos y Los amantes del círculo polar. Acaba de estrenar el corto que también dirige Tu día de suerte, está de gira con la obra Todas las mujeres y aparece en televisión en las series Pequeñas coincidencia y Estoy vivo.

P Dicen que eres un pura sangre.

R ¿Eso dicen de mí? Pues lo agradezco. No sé, soy una persona con vocación. Creo que estaba como predestinado a ser lo que soy porque siempre he tenido a un público, que al principio eran solo mis amigos, a los que les hacía mi espectáculo de idioteces. Luego todo esto eclosionó en este oficio tan maravilloso.

P En twitter te defines como polipatético.

R Me encantaba la cacofonía y el paralelismo porque uno como actor puede tener muchas caras y a la vez muchos patetismos.

P En el teatro actúas en Todas las mujeres, en la tele te vemos en Pequeñas coincidencias y en Estoy vivo a la espera de que se estrene La Unidad y en tu tiempo libre promocionas tu segundo cortometraje Tu día de suerte. ¡Vaya ajetreo de vida!

R Dicen que sarna con gusto no pica. Son proyectos interesantes que han ido saliendo y he podido combinar. Ha sido un verano bastante movidito y durete. Las cosas vienen cuando vienen y hay que estar ahí.

P Desde que empezaste, tu carrera ha sido un no parar.

R Afortunadamente nunca me ha faltado trabajo aunque he tenido momentos y algún parón. Parece que solo trabajas cuando estas cara al público, cuando, cuando realmente trabajas, no te ve nadie.

P ¿Tu día de suerte es tu proyecto más personal? (lo dirige, actúa y le pone la banda sonora)

R Es un texto de Juan Carlos Rubio y fue el texto el que me escogió a mí. Me pasó y lo vi en mi cabeza ya editado y con la banda sonora. Me atrapó muchísimo. Es un texto muy divertido y me encantó poder hacerlo junto con Juanca Vellido y Mónica Regueiro. Habla de sentimientos mal gestionados, reprimidos, de prejuicios, de acoso y de deseos inconfesables. Un corto que rompe una lanza en favor del colectivo LGTB y los prejuicios.

P ¿Qué queda del Fele Martínez de Tesis y de Abre los ojos?

R He cambiado poco, la verdad. Bueno, en el pelo tal vez. En esencia soy la misma persona, aunque con un poco más de años y experiencia. Cuando uno realmente siente si sigue siendo o no el mismo es cuando se reencuentra con los amigos y todo sigue igual y, si no, ellos son los que te dan una colleja y te dicen '¿qué haces?' En esos entornos es donde uno puede comprobar si ha o no cambiado.

P ¿Qué sería de Fele sin Tesis?

R ¿Qué sería? pues no tengo ni idea. Seguiría siendo actor pero no sé que estaría haciendo ahora mismo. Quizás mis cosas con Shakespeare.

P Has trabajado, entre otros, con Almodóvar, Amenábar y Medem. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian?

R Son lo más granado, eh. Se parecen en que viven por y para el cine. Cada uno es maravilloso en su estilo y en su esencia, pero son totalmente diferentes, y eso es precisamente lo que enriquece al cine de este país. Pero ensalzarlos a ellos también es ensalzar a los otros 36 con los que he trabajado porque en España hay muy buenos directores.

P Cuando empezaste, ¿esperabas llegar a dónde estás hoy?

R Hace 25 años lo que quería era aprobar año a año la carrera y no me planteaba nada más. Soy de objetivos a corto plazo.

P ¿Vas mucho por Alicante?

R Siempre que puedo, allí tengo familia y amigos.

P Tal y como están las cosas, para un actor, ¿tan importante es tener presencia en redes sociales?

R Parece ser que sí, que de pronto nos están forzando a tener que estar ahí, a aparecer porque parece, y te lo digo porque lo he conocido, que el currículum no es tan importante como el número de seguidores. Y esto es un poco triste y bastante injusto, pero uno debe adaptarse a esta locura. A mí me cuesta bastante, pero bueno, es mi pelea. Hay cosas que te salen solas y otras en las que tienes que poner bastante empeño en hacerlas y esta es una de ellas.

P ¿Cómo llevas las críticas?

R Depende, si es una crítica constructiva, me la bebo y la hago mía si estoy de acuerdo con ella; si me ataca como persona, me la paso por el arco del triunfo. Lo que se dice en las redes sociales no lo considero ni críticas.

P ¿Qué papel rechazarías?

R No sé, no tengo ni idea. Lo que me pone son los desafios porque es donde un actor evoluciona y donde tiene que estar con las alertas puestas porque hay riesgo y es cuando te sacan de tu zona de confort. Con los retos es cuando tienes que poner las castañas, investigar... ahí es cuando uno aprende, evoluciona, madura y a nivel actoral es algo que me parece fantástico.

P ¿Qué debe tener un personaje para que lo aceptes?

R Que no se parezca en nada a los anteriores que he hecho y, cuando decido hacerlo, trato de imprimirles algo nuevo. No me gusta repetirme.

P Cuando miras atrás, ¿te arrepientes de algo?

R No, puedo estar más o menos contento, pero procuro buscar siempre la parte positiva a los trabajos y aprender de cada uno de ellos.