Durante la madrugada del sábado 26 de octubre se producirá el cambio de hora y a las tres serán las dos, para adaptarse al horario de invierno. Al retrasar una hora el reloj anochecerá antes, los días serán más cortos y la intensidad luminosa disminuirá y con ello llegarán los temidos síntomas de la depresión estacional o trastornos del sueño. Está demostrado que las variaciones de la intensidad de luz afectan a nuestro reloj biológico y provoca lo que llamamos depresión estacional y algunos de los síntomas son: falta de energía, disminución de la motivación, torpeza física, aumento del apetito (en especial de carbohidratos y dulces), cansancio excesivo, irritabilidad, falta de libido o trastornos del sueño que provocan desajustes en nuestro organismo alterando nuestro ritmo de vida.

La disminución de las horas de luz, da lugar también a cambios hormonales, entre los que destaca el aumento de producción de melatonina durante el día. La melatonina es una hormona producida en la glándula pineal, situada en el cerebro, que participa en numerosos procesos celulares y neurofisiológicos. Se sintetiza y segrega en función de la cantidad de luz que recibimos. La falta de luz provoca que la concentración de melatonina sea mayor durante esta época del año. Por norma general, la falta de esta hormona produce insomnio, mientras que su aumento produce somnolencia. Por este motivo, parece que tenemos la necesidad de querer quedarnos todo el día en casa y no hacer ningún plan, la también llamada "inactividad estacional". A esto hay que sumarle que el aumento de melatonina, reduce los niveles de serotonina, fundamental en la regulación del estado anímico.

Los trucos para afrontar con éxito el cambio de hora

Para combatir la depresión estacional propia del cambio de hora de invierno Nutritienda.com da una serie de pautas para que el cambio no afecte a nuestra salud:

1. Practicar ejercicio físico

Mantenerse activo ayudará a contrarrestar la somnolencia, la falta de energía y la irritabilidad. El ejercicio favorece la liberación de endorfinas, unas sustancias químicas que aumentan el estado de ánimo. Así que no hay nada mejor que realizarlo entre 30 y 60 minutos al día con intensidad moderada.

2. Dormir suficientes horas

Aunque parece bastante contradictorio decir que hay que dormir mucho cuando se habla de somnolencia no lo es. Si no se duerme lo necesario por las noches, durante el día uno estará más cansado de lo habitual y esto provoca irritabilidad, ansiedad y falta de energía. Cuando uno no duerme lo suficiente el cuerpo produce cortisol y adrenalina que provocan a la vez más estrés, así que es fundamental dormir un mínimo de ocho horas para que mejore el estado de ánimo.

3. Cuidar la alimentación con alimentos energizantes

Muchas gente no sabe que el tipo y la cantidad de alimentos que se consumen juegan un papel fundamental en nuestros niveles de energía. Hay ciertos alimentos que ayudan a combatir el cansancio y otros, ricos en calorías y grasas trans (como la de la bollería industrial), que pueden hacer que uno se sienta cansado y fatigado. Para obtener la energía y vitalidad necesaria para afrontar el cambio de hora y que el cuerpo no se quede sin el "combustible" necesario para las actividades diarias, puede ayudar tomar alimentos energizantes que servirán para combatir el cansancio. Los cinco más recomendados son almendras, patatas, semillas, arroz integral y plátano

4. Añadir a la dieta complementos alimenticios

Además de una buena alimentación en esta época del año es muy importante tener como aliado algún complemento alimenticio que regule los síntomas provocados por la falta de luz y los cambios estacionales y así ¡poder disfrutar del invierno que ya se acerca con buen humor! Los tres más recomendados para afrontar este cambio de hora de invierno son el ginseng coreano, la jalea real y el guaraná.