En solo unos días el mundo entero celebrará la Noche de los Muertos. Aunque la tradición en nuestro país cuenta con poco arraigo y tradicionalmente se ha honrado a los difuntos en la jornada del primer día de noviembre, Halloween en València y en toda la autonomía cuenta cada vez con más seguidores dispuestos a celebrarlo.

Más allá de las fiestas y los eventos organizados en torno a la víspera de Todos los Santos, una de las alternativas de ocio en València para pasar un día de miedo es visitar alguno de los lugares más tenebrosos de la Comunitat Valenciana. En el último año ha aumentado el fenómeno del tanatoturismo y nuestra autonomía cuenta con varios destinos que esconden historias oscuras, que forman parte de la crónica negra o, simplemente, cuya estética les ha convertido en lugares de peregrinaje para quienes disfrutan con el miedo.

Indagar las ciudades y las zonas rurales en busca de espacios en desuso consumidos por el tiempo no es una locura, es una forma de conocer los secretos que guardan las ciudades. Una tendencia que está muy de moda en las redes sociales. Quienes emprenden estos periplos se llaman "urbex", acrónimo de exploradores urbanos, y "rurex" cuando la afición apunta a las zonas rurales. Su objetivo es llegar hasta lugares abandonados de Valencia -esos que, a priori, cualquier turista rechazaría visitar- y vivir la emoción que produce estar en un sitio donde, alguna vez, ocurrió quién sabe qué cosas.

Pueblos abandonados en Valencia

Uno de los lugares más variopintos para hacer turismo de ruinas es Valencia, sobre todo en Halloween, destacan desde la agencia de viajes online Rumbo.es. Su legado cultural, religioso e, incluso, económico le convierten en uno de los sitios más concurridos por los "urbex", especialmente, porque existen pueblos enteros completamente abandonados. Un caso es Domeño Viejo, abandonado hace 40 años por riesgo a inundaciones. Aunque apenas queda un castillo musulmán y un salto de agua, los curiosos lo visitan atraídos por el camposanto donde, según dicen, ocurren hechos paranormales.

La colonia de Santa Eulalia es una microciudad que recorrerla es como viajar por uno de esos lugares abandonados y terroríficos de las pelis de zombis. Encontraremos casas, fábricas, teatros y hasta un palacio, todo en ruinas y con algunos de sus muebles dentro y hasta carteles publicitarios en la puerta.

Pero el lugar más enigmático de la Comunitat Valenciana es la famosa fábrica de muñecas de porcelana, en Castelló. Visitarla es una mezcla de terror con nostalgia. Por todas partes se pueden observar muñecas (o partes de ellas) olvidadas con si nadie hubiese querido nunca jugar con ellas.