Si los partidos de fútbol se juegan en estadios y los de baloncesto en canchas, no hay prueba comparable en cuanto a espacio se refiere, al que se utiliza para disputar la maratón. Y València, un año más, será el escenario de la prueba física más exigente de todas cuantas se realizan en el atletismo. Las gradas, por seguir con la comparación, se trasladaran a las aceras donde miles y miles de personas serán espectadores del severo esfuerzo físico y mental que requiere la carrera del Maratón de València 2019. Ellos también tendrán un papel fundamental. El público será el encargado de ayudar con su aliento a los más de treinta mil valientes que se anudarán las zapatillas para vivir una experiencia que, por uno o mil motivos, siempre es única.

Pero, por si los aplausos individualizados no son suficientes, la organización ha alentado a empresas, asociaciones y fallas para que se unan e instalen 228 puntos de animación con los que insuflar el ánimo suficiente para que los corredores completen los 42 kilómetros del recorrido del Maratón de València. El objetivo es que nadie flaquee y se quede en el camino.

Maratón València: una fiesta continua

Pero el Maratón de València no empieza y acaba el domingo. Desde principios de semana, en València se respira atletismo. Huele a corredor. Los comercios del centro histórico han arreglado sus escaparates para la ocasión y más de una treintena de colegios de València y el área metropolitana han participado en un proyecto educativo para divulgar los valores que acompañan la cultura del esfuerzo que representa esta mítica prueba. Unos sesenta hoteles y apartahoteles acogen a los miles de participantes extranjeros que se han desplazado hasta la ciudad para participar en unas pruebas, porque junto a los 42.195 metros se disputa la 10K, que desde hace meses tienen agotadas sus inscripciones.

La agenda del corredor tiene pocos huecos. La Ciudad de las Ciencias se convierte en el epicentro de la gran fiesta del maratón. Hoy, con la inauguración de Expodeporte y la recogida de dorsales, empieza todo. Conferencias y charlas en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, minimaratones en el puente de Monteolivete, paella en el Umbracle, actividades infantiles en la Alameda, un Breakfast Run por el Jardín del Turia y otras muchas acciones, precederán a las dos carreras que volverán a convertir la mañana del domingo a València en la capital del running. Cuando ustedes lean esto, la fiesta ya habrá empezado. Súmense a ella.