El día de Acción de Gracias es una tradición protestante celebrada por las primeras comunidades de puritanos que se instalaron en Plymouth, Massachusetts, procedentes de Inglaterra hacia 1620. Estos primeros peregrinos que cruzaron el océano consideraban que los gastos ocasionados por la Iglesia Católica para la celebración de las fiestas religiosas, entre ellas la Navidad, eran excesivos y abogaban por unas fiestas más austeras en las que el ayuno y el agradecimiento a Dios fueran el centro.

La tradición se extendió por buena parte del territorio americano y se convertiría en Fiesta Nacional de los Estados Unidos a finales del s XVIII. Pero también es ampliamente celebrada en Canadá, Brasil y algunas islas del Caribe. En países como México va también ganando fuerza.

Hoy en día Acción de Gracias ha trascendido su origen religioso. Se ha convertido en una fiesta de recogimiento familiar en la que se muestra agradecimiento a los demás. La familia se reúne en torno a la mesa para compartir los alimentos típicos de la celebración como el pavo relleno con salsa de arándanos, el puré de patatas, el boniato, el pan de maíz y la tarta de manzana. No hay regalos, no hay decoraciones y no hay consumismo. En Estados Unidos es, sin duda, el verdadero momento de unión familiar muy por encima del de las Navidades.

En las escuelas, los niños se cogen de las manos en torno a una mesa engalanada para la ocasión y agradecen de viva voz algo de sus vidas. Salud, familia, amigos y hogar son las palabras más repetidas. Se trata de un extraordinario ejercicio educativo para establecer las prioridades de la vida. Un momento que busca alejarse del consumismo reinante para dar protagonismo a lo verdaderamente importante.

El agradecimiento tiene, además, un gran poder terapéutico y es uno de los elementos fundamentales de la felicidad. Dar las gracias tiene la capacidad de hacer sentir bien tanto al que las expresa como al que las recibe. Cuanto más agradecido te muestres en la vida por las grandes y pequeñas cosas de las que gozas, por todas las personas que te rodean, te quieren y te ayudan, mejor te sentirás.

Mucho debemos aprender de esta tradición americana que pone el acento en algo tan al alcance de todos nosotros, y a menudo tan poco frecuente, como el dar las gracias.