Adriana Ozores se transforma en una científica nuclear retirada en Los hijos, la obra escrita por Lucy Kirkwood y dirigida por David Serrano que, hasta el domingo, se representa en el Teatro Olympia y es uno de los estrenos de teatro de esta semana. La pieza conduce a un futuro cercano, y trata sobre las consecuencias de una catástrofe en una central nuclear, ahondando en la responsabilidad que tenemos hacia las generaciones futuras.

P Los hijos, ¿invita u obliga a pensar?

R Aquí nadie obliga a nada y cada uno con sus necesidades ya decide. Nosotros invitamos. Habrá quien se sienta más conquistado por el texto que otro, pero cada cual puede hacer lo que considere.P ¿Pero cómo es el feedback con el público?

R Puede pasar de todo. Hay gente que acaba aturdida, gente a la que le gusta, gente a la que le hace pensar, gente a la que le crea rechazo. Indiferencia no deja, eso no. Y eso es lo importante.P ¿Qué es Los hijos y qué historia presenta?

R Es un poco el legado que estamos dejando a nuestros hijos, en general. No hay responsabilidades particulares y por eso se llama así. No hace referencia exclusivamente al planeta, sino también a lo personal de cada uno. Lo bonito es que la autora no se ha quedado solo en lo universal y ha ahondado en lo particular.P ¿Qué responsabilidad tenemos sobre las generaciones futuras?

R Toda. La autora no deja títere con cabeza porque le da mucha leña a la gente de las nuevas generaciones.P ¿Eres de las que piensa mucho en el futuro?

R Como a todos, claro.P Hablamos del futuro pero en la obra, anuncian, se aporta un halo de esperanza para la tercera edad. ¿Cómo?

R Por eso hay que verla y descubrirlo. Pero en parte, porque es gente activa, que tiene ganas, que es capaz de hacer heroicidades y porque, no sé porqué, la sociedad ha decidido que a partir de una edad ya no eres válido y eso ha calado absolutamente en la sociedad; pero ese no es nuestro tema, y nosotros tenemos que hacer lo que tenemos que hacer. Cada uno con sus incapacidades que piense lo que quiera.P ¿Está el teatro en uno de sus mejores momentos?

R Las obras no están mucho tiempo en cartel pero sí que hay demanda. El teatro, en la actualidad, está funcionando muy bien porque la gente busca en él cosas diferentes a lo que ofrece el audiovisual. Creo que se están haciendo cosas muy interesantes.P ¿Qué tiene el teatro que a los actores les revitaliza?

R Lo que requiere el teatro es un compromiso personal que no requiere el audiovisual. Por un lado, estar expuesto durante hora y media es un ejercicio importante, y por otro, está la continuidad de la obra. En el audiovisual, una mañana haces un plano y nunca más lo vuelves a repetir, pero una obra de teatro te da la oportunidad de profundizar más en la obra y en el personaje. De esta obra, nosotros sufrimos una transformación personal importante.P Acaban de nombrar al Ministro de Cultura, si te llamara para tomar un café, ¿qué mejoras les reclamarías para tu gremio?

R La mejora que reclamaría sería una mayor conciencia de la importancia que tiene la cultura para educar a la gente. Mientras eso no se tenga, y desgraciadamente vivimos en un país que la cultura da miedo, mal. Mientras uno no se haga responsable de eso, es imposible avanzar porque siempre va a haber algo que esté por encima. Mientras no nos hagamos cargo de que la cultura es fundamental para educar... lo que pasa es que a lo mejor, el interés no está en educar a la gente de la mejor manera, y los intereses van por otro lado. Aquí da miedo la cultura. Eso es así.P Habrá que empezar a perder ese miedo.

R Ojalá.