El grupo comandado por los hermanos Gil, adalides del movimiento mod ibérico y autores de himnos como «La casa de la bomba» (donde el problema era la edad), presentan el próximo 31 de enero en 16 Toneladas Como debe ser, un trabajo clásico de pop con alto contenido político que la banda concibió durante el juicio del «procés». «El público va fluctuando pero nosotros tenemos que hacer lo que sentimos en cada momento -explica Ricky Gil-. En este disco queríamos expresar nuestras opiniones sobre las cosas que pasan actualmente sin pensar en la respuesta que podría tener».

P Mañana 25 tocáis en Madrid y el 31 en València. ¿Cómo esperáis que se reciba fuera de Cataluña un disco con tanta carga política como «Como debe ser»?

R Sí, es un disco que, por las letras, es algo diferente a lo que la gente puede esperar. Pero nosotros vamos a hacer como siempre: coger la carretera, ir de ciudad en ciudad y tocar lo mejor que podamos. Que sea un encuentro de gente a la que les gusta la música y hacer una gran fiesta.

P ¿Alguien os recriminó que «El tren de la bruja», que salió en pleno «procés», no fuera un disco más pegado a la actualidad catalana?

R No, recriminar no. Pero nosotros mismos vimos que era un disco fuera de tiempo. Pero entre que preparas el disco, lo grabas y se publica, pueden pasar perfectamente seis, ocho meses. No se puede calcular cuándo sacar las cosas.

P Pese a los Jam, los Smith o los Housemartins, a algunos aún les extraña que el pop hable de política.

R Sí, en eso el hip-hop le ha comido terreno al rock. El rock se ha convertido en una cosa muy establecida, con muchas reediciones, grupos antiguos que vuelven... Antes tocar una guitarra eléctrica era signo de rebeldía y ahora ves a un joven tocando rock’n’roll y dices: joder, qué moral. El rock se ha convertido en la cosa más convencional posible y nosotros intentamos luchar contra esa actitud.

P ¿Qué sentís cuando leéis titulares como «La diatriba independentista de los ‘cunyats’ de Viggo Mortensen» (Ariadna Gil es hermana de los fundadores de Brighton 64) para hablar del disco?

R Cada medio tiene su historia, y algunos se toman lo que hacen seriamente y otros hablan de lo que les viene bien. Nos lo tomamos con absoluta indiferencia y a veces incluso hace gracia, aunque sea aquello de reír por no llorar.

P En «Playas del mediterráneo» habláis de la crisis de los refugiados. Pero, como dirían los Rolling, ¿qué puede un pobre chico hacer excepto cantar en una banda de rock’n’roll?

R Sí, y en «El estado de la nación» nosotros cantamos «regresaré a mis discos de rock’n’roll». A la gente de la calle se nos escapan las cosas, pero nos queda nuestra opinión y hacer nuestras canciones. Una canción no cambiará nada pero nos servirá para dejar claro nuestro punto de vista. Quizá poco a poco los granos de arena se puedan convertir en algo.

P ¿Tras «Como debe ser» continuaréis esta línea de letras comprometidas?

R No lo sabemos porque son proyectos a largo plazo. Ahora estamos centrados en la gira, y el futuro a la hora de hacer canciones puede que sí sea una base. Quizá no haremos un disco tan conceptual como éste pero estamos seguros de que muchas canciones continuarán este camino.

P ¿Os sienta bien que, después de tantos años y tantos discos, sigáis siendo recordados por vuestros inicios mod?

R Nosotros somos un grupo de ahora, que graba y saca discos y hace conciertos ahora. La época primera nos parece otra historia, pero nos da solera y repertorio. Nos encanta seguir tocando canciones antiguas, provocar recuerdos en la gente y darnos cuenta de que muchas de nuestras canciones tienen trascendencia. Es una sensación que está muy bien y que no habíamos tenido hasta ahora. No es una cosa nostálgica.

P ¿Qué os queda de vuestro pasado mod? ¿Energía, actitud, referencias?

R Energía quizá menos, porque cuando eres joven te comes el mundo. Pero la hemos sustituido por algo más de «savoir fair». Pero no nos hemos debilitado ni acomodado, seguimos haciendo canciones cañeras y fuertes. La edad no es un problema para seguir dando caña.

P Esto último me recuerda a cierto disco y a cierta casa donde se veía a los viejos comer.

R Exacto, ese era el título de un disco nuestro y con el tiempo nos hemos dado cuenta de que el problema no es la edad.