Cruzar un río es un disco egoísta, nacido de la necesidad de su autora por contar y que -desde su «Punto inicial» hasta el «Umbral del dolor» y el «Punto final»-, se concibe como un viaje no siempre placentero. «Es un disco conceptual, muy amasado y muy trabajado -explica Ainoa Cabanes-. Y ese concepto, sobre todo en la parte lírica, trata sobre el desfallecimiento de una relación. No habla del amor o del desamor, sino sobre cómo se desgasta, cómo quemamos y malqueremos las relaciones personales. Por otra parte, cruzar un río también ha sido lanzarme a un nuevo proyecto como éste».

P ¿Por qué decides cruzar el río entre Flaco Favor, tu anterior banda, y Sierra Leona?

R Flaco Favor desfallece de alguna forma, nos quedamos secos de ilusión. Pero yo de una forma muy natural, seguí componiendo durante cerca de dos años. Y ese proceso germinó en Sierra Leona. Ha sido muy natural, sin una pretensión de construir algo. Ha sido el propio río el que me ha llevado a un proyecto nuevo.

P ¿Y por qué esconder algo tan personal detrás del nombre de una banda?

R Principalmente porque cuando empiezas a trabajar en algo tan personal y tan íntimo intentas guardar un poco tu identidad para ti, que esa pequeña atmósfera tuya no sea cruzada por ningún elemento. Me gustaba tener un formato de banda y no me veía como Ainoa Cabanes en solitario, necesitaba tener el resguardo de algo, proteger mi identidad.

P ¿«Ainoa Cabanes» te hubiera encasillado de alguna manera como cantante solista con su guitarra y sus composiciones propias?

R Desde luego es algo que sucede y, no es que no quisiera, pero llevo en la música muchos años y sé la imagen que puede dar una «Ainoa Cabanes» de entrada y no la quería, porque no es la real. No soy una cantautora ni hago canciones de ese estilo.

P ¿Cuesta grabar y, sobre todo, cuesta cantar en directo canciones con tanta carga emotiva?

R Sí, además me he roto muchas veces componiendo estas canciones y creo que me romperé en el escenario cantándolas. Justo por eso, porque tienen una carga emocional muy fuerte, porque son sensaciones que he vivido y que tienen una fuerza interpretativa muy fuerte. Es difícil, y me he dado cuenta cuando ensayaba con la banda que me va a costar hacerlo.

P ¿Es difícil compartir cosas tan personales con otros músicos y que, además, las entiendan y compartan?

R Una cosa que une a toda la banda es la sensibilidad que tienen con la música y han sabido llegar muy bien lo que quería expresar. El disco habla de relaciones personales y todos tenemos relaciones personales, bien sean amorosas, familiares... Es algo universal y la magia de la música es que cada uno se lo lleve a su terreno. Para mí ha sido muy fácil.

P ¿No cabían los estribillos en las relaciones personales sobre las que cantas?

R Mi pretensión era hacer canciones honestas. He intentado no poner estribillos si no hacía falta. Hay dos o tres canciones con estribillos y el resto no los tienen porque nacieron así. Con Tono Hurtado (productor del disco y bajista de Sierra Leona) hablaba de que quería que las canciones aparecieran como habían nacido, que no tuvieran el peso del estribillo, que se transmitiera lo que había dentro de las canciones, el mensaje. Y creo que lo hemos conseguido.

P En una misma canción, y en menos de tres minutos, puedes pasar del momento más delicado al más desgarrado. ¿Esto te lo ha impuesto la letra?

R Cuando compongo lo suelo hacer todo a la vez. Tener ambas partes es para mí algo muy natural. Me gusta jugar con esos matices, me encanta la potencia y sacar la garra, pero también la fragilidad de contar una historia. Pero es algo para mí muy natural, no me he sentido presionada en hacer algo.

P ¿Piensas más en ti a la hora de hacer un disco así o en las personas que van a escucharlo?

R Siendo supersincera, ha sido un disco muy egoísta. En Flaco Favor hacía canciones para otras personas, pero cuando cumples 30 años te planteas si tienes la necesidad de que lo que haces le guste a los demás a ti. Porque la que lo defiende, encima del escenario o en una entrevista, eres tú, y por eso tiene que ser verídico para ti. Es un disco muy egoísta en el que mucha gente se verá reflejada, pero quien lo necesitaba realmente era yo. Nació de una forma con muy poca pretensión, pero necesitaba hacerlo así.