Tras años de militancia independiente pero llevando su música a países como Francia, Inglaterra, Japón, Estados Unidos o México, en 2017 los valencianos Polock ficharon por Sony y sacaron un disco (Magnetic Overload) en el que subrayaban las guitarras pero empezaban a coquetear con la música negra. Ahora Polock da una zancada en su evolución para presentar una propuesta autoeditada, aún más soulera y funk, casi urbana (hay hasta autotune) y, encima, cantada en castellano. Se llama Romance y lo presentan el 29 de febrero en la sala Jerusalem. «El cambio de idioma tiene que ver con un momento vital, de golpes que te da la vida y que necesitaba expresar -explica Papu Sebastián, voz, guitarra y compositor de la banda-. También para mí es importante hacer cosas nuevas en cada disco, no repetirnos para no aburrirnos. Y eso que yo siempre había dicho que con Polock nunca cantaría en castellano...».

P ¿La evolución del sonido de Polock tiene que ver con este cambio de idioma?

R Tenía claro que si hacía un disco en castellano tenía que ser lo más puro y sencillo posible para que le llegase a la gente. Contar cosas que no te dejasen frío, contar cosas personales en las que se pudiera reflejar la gente, de forma muy directa y muy en la piel.

P Habéis dado como un paso desde los 70 guitarreros a los 80 más sintetizados.

R Los 80 me gustan pero rehuyo, por ejemplo, de hacer un disco que suene al Dangerous de Michael Jackson, aunque sea uno de los grandes discos de la historia. No me siento identificado con ese tipo de percusiones o de teclados. Tenemos reminiscencias de los 80 pero las tratamos de otra manera. Tiene más que ver, por ejemplo, con cómo se tomaba en esa época la electrónica antes de que se desmadrara. Tiene un toque más desenfadado, urbano y callejero, y menos capas que ocultan cosas. Romance es menos pretencioso que nuestros discos anteriores.

P Siempre se os ha comparado mucho con otras bandas: Strokes, Phoenix, Foxigen... ¿Evolucionáis para escapar de las comparaciones?

R Creo que tiene que ver más con hacer lo que te gusta y divertirte con el proceso. Últimamente he escuchado más música urbana, con este tipo de producciones y arreglos... Tiene que ver más con sentirte que estás en el momento y que puedes probar y salir adelante. El autotune se discutió mucho, llegué a presentar el disco a varias discográficas y nos preguntaban si era broma. Y decíamos que no, que si estaba era por algo y que no tenía por qué entenderlo todo el mundo. No estamos en esto para hacer lo que se supone que hay que hacer.

P ¿Qué ha pasado en tu vida para haber emprendido estos cambios en tu música?

R Supongo que escucho músicas diferentes, y también los golpes que te da la vida, las exparejas, los amigos que dejas de ver€ Hay un cúmulo de tantas cosas... En tres años me he dedicado básicamente a estar en casa, trabajar, ir al estudio, grabar y hacer boxeo. No he hecho otra cosa.

P ¿Cómo influye en tu música que practiques boxeo?

R El boxeo me ayuda a sobrevivir, a encontrarme a mí mismo y sentirme fuerte en un momento en el que muchas cosas se derrumban a mi alrededor. Saltar la comba durante horas, golpeando el suelo, hace que toques tierra y te conozcas más. Y también para parar los golpes y estar más alerta.

P ¿La música también sirve para parar golpes?

R Sí, la música es lo único que me hace sanar, cerrar ciclos y etapas y quedarte tranquilo contigo y con el mundo.

P Habeis pasado de una multinacional como Sony Music a autoeditaros el disco. ¿Qué ha ocurrido?

R Supongo que no llegamos a un acuerdo, pero nuestra relación fue muy buena y estamos muy contentos por cómo se involucraron en Magnetic Overload. Pero venía una nueva etapa y queríamos tener un equipo más reducido, controlar más nuestra música. Ya que dábamos un salto como cantar en castellano, queríamos sentirnos como lo que es empezar un grupo, ser tú el único que podía cagarla o hacerlo muy bien.

P ¿Por eso Polock ha pasado de cinco a dos miembros (Papu y el guitarrista Pablo Sebastián), y tú eres prácticamente quien ofrece la imagen de la banda?

R Quería mostrar el disco muy de verdad, y si trata de historias tan personales y desde mi punto de vista, la manera más pura de hacerlo era poner mi imagen en la portada. No quería ocultar la historia tras una ilustración. Esto es un romance y lo cuenta esta persona.