Cuando al Recluta Bufón le preguntaron por qué llevaba el lema «Nacido para matar» junto al símbolo de la paz dijo que tenía que ver «con la dualidad del hombre, eso que dice Jung». Caballero Reynaldo ha sacado Cronos un disco dual, entre el baile y la intimidad, la nostalgia y la perplejidad. «En un principio el orden iba a ser mezclado, una animada,una suave, etc -explica el inasequible Luis G., responsable de este proyecto musical con más de 45 discos a sus espaldas-, pero en un momento de inspiración comercial que no sé ni de donde me vino, me dije: qué coño, los supuestos singles primero y todos juntos. Luego nos dimos cuenta que conceptualmente cuadraba todo en tres bloques, cinco primeras más o menos animadas, un interludio de dos más suaves y acústicas, y cinco finales introspectivas y más emocionales».

Desde el título del disco, a la portada y al tema de varias de las canciones ("yo no quiero envejecer, qué ha sido de la ilusión sin prisas), el tiempo vuelve a protagonizar este disco. ¿Hay que ver “Cromos” y “Cronos” como una obra unitaria y premeditada?

Ambos discos están hechos con el mismo equipo de gente y casi con el mismo método de trabajo, y aunque el temario es bastante diferente sí que hay una continuidad en todo, en las letras y en las músicas. El próximo ya estoy pensando en titularlo Cosmos y que todo sea una especie de trilogía.

Empiezas el disco proclamando que «no tengo ni idea de lo que escuchan hoy» y que quieres ser un chaval «pero soy un carcamal». ¿Sufren el pop y sus aledaños un «peterpanismo» demasiado acusado?

La industria musical hace mucho que se dió cuenta que los fans más consumistas y con criterio más manipulable son los jóvenes, y ésto lo han explotado hasta puntos disparatados. El culto a la juventud, a mi modo de ver, es una chorrada, uno solo se acuerda de lo bueno de cuando eres joven, pero en realidad es el periodo de la vida más desaprovechado y doloroso. Uno anda perdido y lleno de influencias pasajeras e inconsistentes hasta por lo menos los 30 años de edad, que es cuando uno comienza a asumir quién eres en realidad. Hay gente que sigue valorando sus ideales de juventud toda la vida, no es mi caso, lo cual no quiere decir que no sepa disfrutar de la nostalgia y de todo lo vivido como el que más, pero no me cambiaría por el zagal que fui hace 30 o 40 años ni loco, si acaso solamente en el aspecto físico y de salud, claro. Te referías antes al verso “qué ha sido de la ilusión sin prisas”, que es de mi hijo Aníbal refiriéndose a los amigos de su infancia que estaban locos por hacerse mayores mientras él quería un poquito de calma y permanecer un poco más en la infancia y no crecer tan rápido. Resume muy bien el sentimiento humano de contradicción, nos pegamos la infancia queriendo ser mayores, y la madurez queriendo ser jóvenes. Más tontos no podemos ser.

Después de muchos discos de versiones, «Cronos» sigue la senda a los temas propios que fue «Cromos». ¿Qué te ha llevado a volver a confiar en tus composiciones?

Comencé a hacer discos de versiones por casualidad en el 2006, con Hispano-Olivetti y con el cancionero de mi compadre Malcolm Scarpa, mientras aprendía a maniobrar la grabación digital y el estudio casero. Continué con ello porque me evitaba la tarea de buscar un cuerpo de trabajo con el que musiquear, que era lo que más me apetecía entonces, más allá de componer desde cero. Y continué con ello porque era muy divertido y comercialmente más rentable. Hasta que me harté y encontré un método de trabajo fluido para volver a hacerlo, junto a Manoel Macía y Román García, piezas clave de todo ésto, y en éste último disco también con Santi Serrano. Incorporar letras de mi hijo ha sido por casualidad, resulta que ha salido un poeta espléndido y fonéticamente muy musical, asi que cuando me atascaba con mis letras empecé a recurrir a lo suyo, con un resultado magnífico a mi modo de ver.

En «Yo mismo con mi mecanismo» apareces bailando con una camiseta de los XTC, cuya influencia creo que es bastante patente en el disco. ¿Sería posible que intentasen asaltar al rey Zappa en tus preferencias musicales, o pensar eso es una temeridad?

Ja ja, no es ninguna temeridad, el sambenito de zappa me lo tengo bien merecido porque lo exprimí mucho en su momento, pero en realidad probablemente sea más fan de XTC, Sinatra o Ian Anderson/Jethro Tull, incluso me atrevería a decir que mis discos tienen una influencia musical mucho mas evidente de ellos que de Zappa.

Llevas en la música desde los 15 años y la discografía reynalda consta de 45 discos (incluyendo los 6 acreditados a Los Visionarios). ¿Has llegado ya algún lugar o queda camino por recorrer?

No sé hacer otra cosa, es lo que más me gusta en la vida, tener grabaciones y proyectos de discos en la cabeza es mi motor diario, pero tampoco descarto dejarlo todo cualquier día y dedicarme a no hacer nada en absoluto.

“Hall of fame” ha sido un sello de bichos raros sin ninguna pretensión comercial y ahora (creo) únicamente dedicada a Caballero Reynaldo. ¿Sobrevivirá así mejor que una multi al cataclismo del coronavirus, como las cucarachas a los dinosaurios?

Desde hace unos 3 años comencé a reducir la producción del sello poco a poco porque no daba abasto y porque ya me apetecía centrarme solo en lo mío. Ahora solo publicamos mis trabajos y los co-lindantes y también todo lo de Luis Prado y Señor Mostaza. También mantenemos el fondo de catálogo, administrándolo y organizándolo lo mejor que podemos. La verdad es que tanto al sello como a mi la vida no me ha cambiado mucho, soy bastante ermitaño.

Si Luis G. escuchara por primera vez «Cronos» en su casa de Utiel, ¿qué cara podría ante esos amigos de Facebook ante los que sueles analizar a algunos artistas populares?

Jajaja, yo creo que diría.. éste tío sí que mola!!