El próximo lunes pasaremos a la fase 2 de la desescalada. La mayoría de los restaurantes esperan ese paso (o incluso la fase 3) para decidirse a abrir su puertas. Mientras tanto, aquí dejamos una selección de las mejores terrazas de restaurantes que hemos encontrado entre esos valientes que se han lanzado a por todas a pesar de las dificultades.

La Marítima

La Marítima nunca ha explotado las terrazas del Veles e Vents porque su propio comedor era la mejor terraza de València. Luminoso, fresco y perfectamente ambientado. Si la desescalada estuviera guiada por el sentido común, admitiría que ese comedor cumple con la misma seguridad que cualquier terraza. Pero como no es así, los Andrés Salvador han optado por sacar las mesas al exterior. Ocupan el frontal y el lateral del restaurante y allí sirven unos arroces llamados a sacarnos del letargo del confinamiento. Javier Andrés tenía prisa por abrir. Por él, por la empresa, por los trabajadores y porque esta sociedad necesita despertar. Se muestra optimista porque «a la gastronomía no la entierra ni la peor de las crisis». Siguen comprando en la lonja de València y continúan con esa apuesta firme por los arroces, pero ahora, además, incorporan novedades en los entrantes. La pausa les ha dado tiempo para componer un puñado de platos nuevos, más golosos y divertidos, como unas gambas al ajillo con sobrasada ibérica y huevos fritos, un escabeche de boquerones con un punto cítrico o unos buñuelos de bacalao que se acompañan de una salsa de caracoles. Los llenos que experimenta La Marítima animan a Javier a abrir pronto Malabar, pero La Sucursal, el restaurante gastronómico, tendrá que esperar. Ese concepto no se puede trasladar a la terraza y el propio recorrido hasta el comedor imposibilita abrir en estas primeras fases.

Dónde: Carrer del Moll de la Duana s/n, València

Teléfono: 610 915 141

Precio medio: 35 euros.

Peix i Brases

Tomás Arribas tiene fama de ser uno de los empresarios más valientes y aguerridos de la restauración valenciana. Gracias a su ímpetu y su perseverancia ha levantado un imperio que es la envidia del sector. Por eso no es de extrañar que haya sido el primero en atarse lo machos y lanzarse a por este toro tan difícil de lidiar. Tomás se ha refugiado en Peix i Brases, epicentro de su imperio, como si de sus cuarteles de invierno se tratara. Ha abierto la terraza superior, antes reservada para eventos y copas post-festín. Allí, seis mesas y una carta reducida sirve a sus clientes como reencuentro con la cultura del placer. En esa carta conservan los grandes valores con los que nació el restaurante: la gamba hervida, la cigala a la brasa, el pulpo seco, los garbanzos con langosta€ En cuanto lleguemos a la fase tres, volverá la carta y esos platos más imaginativos que elevan el nivel intelectual del restaurante. En la planta baja, Tomás mantiene abierto Mediterrasian, un restaurante de precio más cómodo en el que Tomás combina platos y sabores de aquí y de allá. En ambos espacios, Tomás se ha preocupado mucho por que la seguridad del cliente estuviera fuera de toda duda. Camareros con mascarilla, cocineros con pantalla, cartas en formato QR€Suena un poco raro, pero te acostumbras enseguida, sobre todo si de premio tienes ese pulpo seco que es único en todo el litoral.

Dónde: Plaça Benidorm, 0, Dénia,

Teléfono: 965 785 083

Precio medio: 40 euros.

Balandret

Los turistas han desaparecido y el vecino de la ciudad tiene vía libre para disfrutar de la terraza de Balandret. O, por lo menos, de esa mitad que la ley le permite. No se trata de alegrarse de la circunstancia, pero sí de aprovecharla. Quique Barella lanza una carta más valencianizada que nunca: capellán, matrimonio, titaina, mucho pescado, muchos arroces y algo de marisco. Si antes su cocina tenía un aire de cocina tradicional puesta al día, ahora esa cocina se revela rotundamente local. Al mismo tiempo, Quique reconoce haber elevado su nivel de exigencia: «un turista busca siempre lo mejor, pero en un momento dado puede pasar por alto un desliz en una paella». Pero «si aspiras a que el vecino de la calle de La Reina repita en tu restaurante no puedes bajar el nivel nunca». Quique reabre con una obsesión: recuperar la playa de Las Arenas como espacio para el aperitivo. Empezará a servirlo a partir de las 11:30 y estará disponible hasta las 13:30. Barella sueña con esa fase 3 en la que permitan viajar entre provincias y el turista nacional vuelva a buscar la playa de València. Mientras tanto, aprovechémonos, Balandret es todo nuestro.

Dónde: Passeig de Neptú, 20, València

Teléfono: 963 811 118

Precio medio: 30 euros.

Pilsener

Pilsener se ha convertido estos días en el refugio de los bolsillos pudientes de la ciudad. Con los grandes templos del producto cerrados, este restaurante de mercado se eleva en el podium de los comedores sociales de la capital. En estos momentos encuentras aquí a todo el que pinte algo en esta ciudad: futbolistas, empresarios, altos funcionarios€, para ello Pilsener cuenta con dos bazas de éxito: una terraza bien vestida y una nevera que ahora cuesta de llenar menos que nunca. Quienes están acostumbrados a pelear por la gamba con quien haga falta, hoy se hacen grandes ante una lonja desierta. Juegan con una cocina de producto, rica y asequible, que abarca un público bastante abierto. Puedes disfrutar de un cangrejo real o de unas clóchinas de València, de una sepia brutal o de una ensaladilla con wasabi, optar por un tartar de salmón o atreverte con una paella en toda regla.

Dónde: Passeig de l'Albereda, 38, València

Teléfono: 963 370 211

Precio medio: 40 euros.

Oganyo

Ognayo ahora es Ogarenyo, la marca que Lurdes Reyna se ha inventado para el «take away» de este interesante restaurante. Si en la carta habitual, encontramos una cocina muy seria, con mucho sabor y algo de atrevimiento, en el «take away» Oganyo saca su lado más canalla. Comida disfrutona pensada para compartir con los amigos en una tarde divertida. Porque, no nos engañemos, a nadie le apetece andarse con remilgos cuando cenas en el comedor de tu casa. Rescatan el paté de campaña, que es como el tro d'avís de la casa, pero de ahí en adelante todos los platos están pensados para comer en el hogar, una experiencia muy distinta a la del restaurante. Muchos platos para comer con las manos y casi todos aptos para compartir: focaccia de cordero andalusí, empanadilla de pollo a la cantonesa, terrina de berenjena a la leña€Conviene prestar atención a las salsas, que se preparan al momento, aparecen en algunos de los platos y se ofrecen como extra si el cliente lo desea.

Dónde: Carrer de Bèlgica, 30, València

Teléfono: 961 184 090

Precio medio: 40 euros.