Sí, las sospechas se han confirmado: este año no se celebrará San Juan en València. Al menos, no como solíamos hacerlo: no habrá hogueras en la playa ni verbenas alrededor por la crisis sanitaria derivada del coronavirus SARS-CoV-2.

Con el ánimo de evitar cualquier tipo de aglomeraciones, el Ayuntamiento de València ha decidido suspender este festejo que llevaba a miles de personas a la playa para encender una hoguera, saltarla y bañarse en el mar saltando siete olas. Nada de eso será posible este año, al menos no de manera organizada.

Por eso, Levante-EMV ha recogido algunos ritos y tradiciones para pasar una noche de San Juan distinta, que no peor.

Cabe recordar qué se celebra en San Juan. Se trata del solsticio de verano, cuando se produce el día más largo de todo el año en el hemisferio norte y, como tal, la noche más corta.

Se trata de un cambio de ciclo natural por el que el día comienza a acortarse desde ese día. Es un día histórico y la celebración nace de la tradición pagana que más tarde adoptó el cristianismo. Por eso, la noche original del solsticio de verano es del 20 al 21 de junio, aunque a raíz de la apropiación del cristianismo de esta fiesta se ha normalizado su celebración dos días más tarde, del 23 al 24 de junio, siendo este último día el santoral de Juan.

Así que la noche se puede celebrar bien en el día auténtico del solsticio de verano o en San Juan. En ambos la tradición marca que el fuego, el agua y la tierra deben estar presentes en su celebración.

Dado que hacer una hoguera en casa no será posible, sí que existen otros rituales renovadores que se pueden realizar con un fuego mucho más controlado. Sencillamente con una vela, escribir en un papel todo aquello que queremos eliminar de nuestras vidas o deseemos que se termine ya. Una vez escrito, leído tres veces, se debe quemar con la vela. Utiliza un plato o un sorporte para evitar todo tipo de accidentes con el fuego.

Ese pequeño ejercicio puede ser algo entretenido y emocionante si se hace con amigos o familiares. Es un momento íntimo de reflexión que sirve para concienciarse de lo que debe terminar y de lo que tiene que marcharse.

El elemento del fuego debe estar presente porque así lo marca la tradición: se creía que con las hogueras se podía dar fuerza al sol, que a partir del 20 de junio se debilita y se esconde antes en nuestro hemisferio.

Será complicado purificarnos con el agua de mar. En caso de tenerlo cerca y poder dar un paseo por la orilla, puede ser una buena idea llevar unas bengalas y pedir tus deseos al fuego junto al mar. También se puede realizar junto a una piscina ya que la tradición pagana señala que "todas las aguas" son purificadas en esta fecha.

Además, la rutina menos conocida de esta festividad es la que tiene que ver con la tierra. Se dice que es el día perfecto para recolectar algunas plantas aromáticas y medicinales como el romero, el tomillo o incluso la lavanda, todo como parte del ritual de purificación ya que se dice que en este día aumentan sus propiedades curativas.

Algunas costumbres apuntan a que se debe salir a media noche a recogerlas. Se cuelgan de las ventanas para recibir la bendición de San Juan y espantar malos espíritus y energías. Para esto último la mejor hierba es la verbena, conocida por frenar los males. Dicen que debe recogerse el día de San Juan cuando el sol ya se haya escondido y la luna todavía no haya salido. La tradición señala que esta planta atrae la prosperidad económica y ayuda a crecer las cosechas.