Michelle es una típica ciudadana occidental. Va al trabajo, lleva a su hija al colegio, va al cine de vez en cuando, mira los típicos programas de entrevistas en «prime time»... Pero cuando se acaban, Michelle no puede evitar encender el ordenador antes de ir acostarse. En pijama, Michelle busca asesinos en serie. Asesinos reales que han cometido atrocidades cerca de ella, en su barrio, en su ciudad, en su país. No puede evitarlo, es adicta al miedo, pero también a la indignación por pensar que los encargados de velar por la seguridad de los ciudadanos no han hecho su trabajo. Su historia es contada en «El asesino sin rostro», la serie documental de HBO que se basa en la obra homónima de Michelle Macnamara, una aficionada a los sucesos que acabó vendiendo millones de ejemplares en las librerías. Esta típica ciudadana americana hizo de su hobby, de su obsesión, su medio de vida. Publicó su primer libro hace tan solo dos años, como resultado de una investigación que le llevó años de búsquedas en internet y de entrevistas con antiguos jefes de policia de California. Todos ellos tenían en común a un hombre sin rostro, un violador y asesino de la zona que nunca pudo ser ni encarcelado ni identificado por la policía. Se calcula que violó a más de 50 mujeres y mató a una veintena de personas.

Su modus operandi era estremecedor. Elegía a su víctima, la mayoría mujeres de 15 a 30 años, e iba a su casa para conocer previamente el escenario de su fechoría. Comprobaba ventanas y puertas, escondía cuerdas en el sofá... Antes de cometer el crimen, este individuo ya sabía cómo iba a entrar a la casa de la víctima y ya lo había preparado todo para amordazarla en el momento adecuado.

Sus crímenes cambiaron por completo la vida en la ciudad y condicionó a los habitantes durante casi una década. La propia Michelle lo cuenta en primera persona en «El hombre sin rostro», aunque lo hace en grabaciones antiguas... No es la primera serie de «true crime» que muestra la iniciativa de ciudadana por descubrir a un asesino en serie. La producción de Netflix «The Keepers» retrató como dos antiguas estudiantes resolvían el asesinato de su profesora. Aunque también los hay casos catastróficos como «Making a murderer», en el que Steve Avery acaba encerrado entre rejas injustamente.

Sin embargo, la historia de Michelle Macnamara va más allá, ya que donó más que tiempo a la causa. También es porque la escritora es mujer del comediante Patton Oswalt, famoso por sus monólogos y por prestar su voz a personajes de dibujos animados.

El libro de Michelle llevaba por nombre «I'll be gone in the dark» (Me ire con la oscuridad), porque esa era la frase con la que el asesino se despedía de sus víctimas. Para averiguar quien es este «hombre sin rostro» solo tienen que ver la serie, aunque les advierto que el visionado acarrea algunas pesadillas.