Alcossebre amenaza con convertirse en la Dénia del Norte. Lo pusieron en el mapa gastronómico Domingo Casany y Lourdes Rubio cuando llevaban la gestión del camping Ribamar. Domingo y Lourdes (grandes gourmets) convirtieron ese complejo de bungalows en el retiro veraniego del mundillo gastronómico valenciano.

Cocineros, periodistas y enólogos pasaban, antes o después, por aquél camping cada verano. La propiedad prescindió de sus servicios y aquél paraíso perdió pedigrí y ganó vulgaridad. Pero Alcossebre quedó en el ideario como un destino de playa donde, además de sol, hay buenos platos. Ahora también hay una cantera increíble. Un puñado de jóvenes con muchas ganas de hacerlo bien están lanzando, desde la modestia de sus bolsillos, unos proyectos muy ilusionantes.

Dejamos aquí una selección de lo mejor que ofrece Alcossebre. Hay más, pero estos a nosotros nos gustan mucho.

SERRA D´IRTA

ESTUPENDOS PESCADOS | Modesto Fabregat es una vieja gloria de la cocina castellonense. Llegó de la mano de Domingo y Lourdes al camping Ribamar. Empezó compatibilizándolo con Arbequina (un restaurante muy puesto que regentaba en Castelló). Pasaba el invierno en la capital y en cuanto apretaba el calor se unía al éxodo de sus clientes y comenzaba a servir en el camping. Cuando la propiedad de Ribamar prescindió de sus servicios ya estaba enganchado a este territorio y no quiso volver a Castelló. Se instaló en los bajos de un modesto hotel donde explota una magnífica terraza. Ofrece una cocina muy de mercado que huye del concepto «cocina de autor» pero lleva el sello de esa alta cocina en la que Modesto desarrolló su oficio durante años. Los entrantes están bien, pero Modesto da el do de pecho en los platos principales. Estupendos pescados y guisos con mucha alma son sus grandes bazas. Pides el sargo con migas de almendra y romesco o el medallón de cordero y olivada al jugo de romero y piensas que el viaje valdría la pena aunque no hubieran playas ni esa magnífica Serra d'Irta que es el mayor tramo de costa sin urbanizar entre Tarragona y Almería.

CAN ROIG

SUGERENCIA FUERA DE CARTA | Joan Roig hizo de este restaurante el emblema gastronómico del Baix Maestrat. Era ese sitio donde los veraneantes celebraban el día grande de las vacaciones. Ahora Joan anda de retirada y es su sobrino Dan Roig quien, junto a Amanda García ha tomado las riendas. Ella atiende la terraza con una naturalidad fabulosa y él cocina como lo hacía su tío. Eso, el conservadurismo, puede ser el único pero de la casa. Es evidente que Dani ha de exhibir cierta prudencia para amarrar la clientela que ya tiene ganada la casa, pero debería al mismo tiempo ir evolucionando para no parecer antiguo. Lo mejor son las sugerencias fuera de carta, mariscos incluidos. En ese apartado se desvelan los mejores productos de la casa.

GAUDIR

COCINA QUE PROMETE | Dos chicos jóvenes, repletos de ilusión y con la experiencia necesaria, se lanzan hacia una aventura que promete. En sala encontramos a Dani Silva, un portugués que atiende la sala con una naturalidad muy correcta. En cocina, Marc Martorell, formado en L'Antic Molí (Ulldecona). Apuesta por una creatividad comedida, dando importancia al producto y sin que la elaboración se revele barroca. Se auto limita a tres ingredientes por plato para que la receta no acabe ahogando la materia prima: Raya con mantequilla negra y teriyaki de setas, lubina con espinacas y salsa a la espalda, pato del delta con salsa de algarrobo y praliné de ajo€ El espacio no es nada del otro mundo, pero la factura está muy por debajo del valor de una cocina que, en otro espacio, costaría el doble.

ATALAYA

SIN COMPLEJOS | Emanuel Carlucci y Alejandra Herrador obtuvieron el premio «Promesa de la Cocina Valenciana» por la guía de los 55 Mejores Restaurantes de la Comunitat Valenciana 2019. Así que no son ninguna sorpresa. Más bien se han convertido en el buque insignia de la localidad. Es, sin duda, el restaurante más elegante y mejor vestido. También el que propone una cocina más ambiciosa. Se lanzan sin complejos por la gastronomía de autor y plasman su firma en unos platos que intentan integran la tradición local con los guiños étnicos. Si la clientela les acompaña llegarán lejos.