La nominación a los Óscar vuelve a dar vida a La trinchera infinita. La película de Jon Garaño y José Mari Goenaga, que ya viajaron a Hollywood con Loreak en el 2015, buscará representar a España en la competición por el Óscar a la mejor película internacional en la fiesta del 25 de abril de 2021. En esta larga carrera, marcada por la pandemia, en febrero se anunciará la primera criba y el 15 de marzo la Academia de Hollywood dará a conocer los nominados definitivos
La trinchera infinita habla de nuestra historia, de la guerra civil, pero desde una perspectiva diferente. El repaso de la dictadura se hace a través de la relación de una pareja que tiene que aprender a vivir mientras él (Antonio de la Torre), republicano, permanece escondido en un agujero cavado en su propia casa casi 40 años por miedo a ser asesinado y ella (Belén Cuesta) intenta aparentar de cara a la galería que está sola. Es una historia de puertas adentro marcada por el miedo. Un relato en clave doméstica e íntima, pero al mismo tiempo es una película de denuncia política.
El proyecto nació, reconocen los directores, tras ver 30 años de oscuridad, la cinta de 2011 entre la animación y el documental dirigida por Manuel H. Martín y que narra la peripecia existencial del alcalde de Mijas, uno de los esos topos que en la Guerra Civil se tuvo que refugiar dentro de su propio hogar y de sí mismo para no ser primero descubierto y luego asesinado. Y así durante años, décadas, eternidades. Luego llegaron todos los demás relatos. Muchos de ellos recogidos en el libro de Jesús Torbado y Manuel Leguineche.
Tras ganar en San Sebastián los premios a mejor guión y dirección, La trinchera infinita fue distinguida con 15 candidaturas a los Goya que, finalmente, se quedaron en sólo dos premios (Belén Cuesta como actriz principal y sonido). La trinchera infinita se impuso a El hoyo, de Galter Gaztelu-Urrutia, y Lo que arde, de Oliver Laxe.
La película, adquirida por Netflix, se lanza hoy en streaming en Estados Unidos.
El pasado año la elegida para representar a España fue Dolor y Gloria, de Pedro Almodóvar, que llegó a estar entre las cinco nominadas al premio a la mejor película internacional, aunque la estatuilla fue para Parásitos, de Bong Joon-ho.
