A estas alturas resulta una obviedad afirmar que las de este año serán unas navidades diferentes a lo que conocíamos hasta ahora. Las limitaciones sociales impuestas a consecuencia de la pandemia provocada por el coronavirus nos obligan a replantear nuestras celebraciones, aunque siempre encontraremos el momento para descorchar una botella de cava y lanzar un brindis por todo lo bueno que nos queda por vivir.

Son tiempos de apostar por los productos de proximidad, el comercio local y los elaboradores de nuestra tierra, y la Comunitat Valenciana aúna todos los productos que mejor definen estas fechas, entre ellos el cava, la bebida más típica de la Navidad. En Requena, siete bodegas elaboradoras de cava concentran esfuerzos para poner en valor un vino ligado a las celebraciones, pero también a la gastronomía, ya que el cava es un tipo de vino muy versátil que permite acompañar una comida de principio a fin. Desde su creación hace casi una década, esta asociación de bodegueros han trabajado en el desarrollo de iniciativas que han permitido dar visibilidad a sus cavas, entre ellas la feria del cava valenciano del Mercado de Colón, este año suspendida por motivos ya conocidos. La altitud media de los viñedos cultivados en Requena y el microclima específico de la zona imprimen a las uvas con las que se elaboran estos espumosos un carácter que los hace únicos.

Esta selección supone un recorrido práctico por los diferentes tipos de cava que se elaboran en Requena. Referencias con largas crianzas en botella que pueden superar los tres años y medio, espumosos frescos y frutales avalados por el certificado ecológico, cavas elaborados al más puro estilo de los châteaux franceses y etiquetas que con el paso de los años se han convertido en clásicos de nuestras mesas.

Dicen que brindar es vivir, y este año, con más motivo que nunca, es el momento de brindar por lo nuestro, pero también con lo nuestro, con unos cavas que desde principios de la década de los noventa nos han acompañado en cada una de nuestras celebraciones.