San Valentín o San Solterín. El 14 o el 13 de febrero. Una fecha para cada condición. Un estado de ánimo diferente. Si la jornada más romántica del año hunde sus raíces en la tradición cristiana y remite a la historia de un mártir que desafió al mismísimo emperador romano, desde el 2015 y gracias a la iniciativa de una página de citas por internet se celebra el día de mundial del soltero. En ambos casos es un día, como cualquier otro, para divertirse y ser feliz.

Con la intención de que el público se distraiga solo o en compañía, Rafa Alarcón, actor de series como «La que se avecina», «Aída» o «Escenas de matrimonio» y Pablo de los Reyes de «En el aire» de Andreu Buenafuente o «L’Escenari» bromean al respecto en su espectáculo AntiSanValentín. Toda una experiencia. Noventa minutos que giran alrededor del amor y que satisfacen por igual a enamorados o desengañados. Ahí la magia. ¿A favor o en contra? ¿placer en compañía o gracias al Satisfyer -que por cierto, se sortea uno tras la sesión-? «Somos conscientes de que es un espectáculo absolutamente canalla pero la gente que viene al teatro a vernos ya sabe a lo que viene y a lo que se expone. Nosotros solo se lo ofrecemos», apunta Rafa Alarcón, actor, cómico, presentador, showman y miembro del grupo de cómicos, humoristas y monologuistas que componen Valencia Comedy.

«El amor y la fecha de San Valentín es nuestra excusa, el eje sobre el que articular nuestros monólogos; a unos les puede parecer que las intervenciones reman a favor de obra y otros salen pensando todo lo contrario. Lo importante es que, con love o sin love y en la oscuridad de la platea, el público se desinhibe y se lo pasa fenomenal», apunta. Ojo, desinhibirse solo significa reirse sin pudor y miramientos a carcajada limpia. «No hay que ser mal pensados», bromea. «En nuestros espectáculos estamos detectando que la gente tiene, cada día que pasa, más necesidad de reirse y, a pesar de estar en el patio de butacas con mascarillas, desde arriba notamos que la risa es ahora mucho más explosiva», lanza. El espectador que acude a este show suele tener entre 25 y 55 años y, curiosamente, suele asistir en grupo.

En la función, donde la actitud de algunos elegidos de entre el público es clave en sketchs sobre compatibilidades o elecciones de parejas, se habla y se bromea de todo sin tapujos. O sí. «Canallas pero no groseros. Ese es nuestro límite», remarca el actor que reconoce que en los últimos años, han tenido que maquillar algunos gags «para no ofender». «Ahora las sensibilidades se hieren antes y, para evitarlo, ya nos autocensuramos nosotros mismos», remarca, además, incide que tienen detectado que, si la broma tiene a una mujer como destinataria, a veces la platea se molesta, mientras que si el objeto de la burla es un hombre, el público lo acepta mucho mejor. «Eh -interpela-, que no se me olvide, de nuestro espectáculo salió una pareja que ya llevan cinco años casados. Vinieron desparejados, a chico y chica los sacamos al escenario y en el juego de compatibilidades se unieron y, vaya que se gustaron... cinco años después siguen juntos».

Como aperitivo, en AntiSanValentín, «se castiga» al público obligándole a escuchar «música pastelona» de fondo. «Así se van ambientando», afirma. «Nosotros ponemos a caldo al amor, pero lo hacemos a nuestra manera», reconoce Alarcón que, para ejemplificar cómo es el espectáculo, habla de dos películas, «Ghost» y «50 sombras de Grey» sobre las que el dúo bromea «de lo lindo». «Con la banda sonora de Ghost de fondo bromeamos sobre la película. Uno dice ‘yo lloré al ver la peli’ y el otro le replica ‘de lo mala que es’. Bromeamos sobre determinadas escenas y acabamos diciendo que, tras verla, nos apuntamos a alfarería. Sobre Grey, como el personaje es así, las coñas suben más de tono». «El cine o las series dan para mucho y al público le gustan estas comparaciones. El estereotipo del chico apuesto, romántico y siempre dispuesto y el de la chica recién levantada, maquillada y peinada perfectamente es un filón. Tanto como el programa de Mujeres Hombres y viceversa donde chicos y chicas guapísimas van a la tele a buscar pareja cuando, al verlos, sabes que lo pueden conseguir perfectamente pero, claro, cuando abren la boca, entiendes porqué están tan desesperados», relata para, acto seguido, reconocer que «cuanto el chiste hace referencia a verdades con las que se puede sentir identificado todo el mundo, mejor funciona».

Pero ellos, los que bromean y ridiculizan al amor, ¿ creen en él? «El amor es aquello que te impide pensar en todo lo demás. Por eso, cuando estás enamorado, parece que seas tonto; y no es que seas tonto, es que sólo puedes pensar única y exclusivamente en ello. Vamos, que el amor es una droga que te deja atontado y con el mono», se confiesa Pablo de los Reyes, mientras Rafa Alarcón considera al amor como «el motor de la vida» y el desamor, la otra cara de la moneda, «como uno de los sentimientos más intensos que existen. «Así que digamos que sí al amor, porque aunque a veces duele, también da mucho gustito. Si no que se lo digan a los participantes de La Isla de la tentaciones».