Júlia es una niña que sueña, que pinta, que busca su lugar en el mundo y que quiere expresarse. Júlia se esconde en una burbuja de silencio. Pero para romper el silencio en el que vive son necesarias las palabras. Unas palabras que ella no puede pronunciar. Júlia sufre por cómo la tratan sus compañeros en la escuela, por sentirse diferente, por ser tratada de una manera que no llega a comprender. «La bambolla de Júlia» agita las conciencias tanto de los espectadores adultos como de los niños. La obra de Maquinant Teatre, que el día 20 se representa en la Sala l’Horta (18 horas), aborda el tema del bullying a través de los ojos de una niña que lo sufre y que conseguirá ser libre a través de la pintura. La historia de superación, dirigida por Aina Gimeno y protagonizada por Ana Ulloa e Irene Maestre, es toda una reflexión sobre el miedo y la libertad, contra los prejuicios sociales y a favor de la diferencia. «El acoso escolar es una realidad que está presente en todas las escuelas; un desequilibrio de poder que influirá en el crecimiento y evolución de quienes lo sufren», reflexiona Aina Gimeno. «Nuestra idea es la de proporcionar las herramientas a los menores para que reconozcan lo que les está pasando, para que puedan expresar lo que sienten y encuentren salidas a la situación. No buscamos dar respuestas pero sí plantear muchas preguntas», explica, tras valorar su teatro como «transformador».

«Nosotros le ponemos cara a una situación que conocemos en primera persona y muchos no quieren ver. Nosotras lo hacemos de forma cuidadosa, poética, artística y absolutamente elegante. Nuestro espectáculo obliga a abrir los ojos, hace reflexionar y lleva al público a hacerse preguntas como si estamos dando las herramientas necesarias para combatir el acoso escolar», relata la directora de una pieza que tiene la certificación de la Plataforma de Prevención, Detección y Actuación frente al Bullying.

La obra, de carácter familiar, tiene muchas «capas de lectura» según la edad del espectador. «Cuando uno vive una situación traumática la vive desde una visión muy concreta y eso le aisla de la sociedad porque no entiende qué le está pasando», indica. «A veces, los mayores no somos capaces de entender o ver los problemas que tienen los niños; además, ellos son incapaces de saber pedir ayuda y esta obra quiere ayudarles a encontrar el cómo», lanza.

Jul y Julia, a través de los juegos de luces y sombras, de las ilustraciones y de la danza, estimulan la creatividad y la imaginación de todas las personas que viajan con ellas.