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Ensayar con mascarilla ha sido complicado porque no ves los gestos, las muecas o la expresión facial del compañero»maría Castro | actriz

María Castro: «No me gusta rendirme y sí intentarlo. Siempre creo que soy capaz»

La coartada se representa en el teatro Olympia del 22 al 25 de abril.

La actriz María Castro. Tandem Talent

Maria Castro interpreta en La Coartada, del 22 al 25 de abril en el Teatro Olympia, a Ana una mujer al límite que es capaz de hacer cualquier cosa por su hija. Ella, cuenta, también sería capaz de hacerlo. La covid-19, por la que la actriz ha pasado, obligó a suspender un estreno que ahora se retoma.

Estrenar en tiempos de Covid-19 es de valientes.

Sí, pero la valentía, en este caso, viene del productor. Esperamos que la obra salga fenomenal y que los valencianos nos reciban bien. La valentía de los actores siempre es la misma, la de salir al escenario y exponer nuestro trabajo y entregar nuestra voz y cuerpo al personaje, pero eso es lo que hacemos siempre, aunque en este caso lo hacemos expuestos a un público más reducido debido a las limitaciones del aforo. Esperemos que a los productores no se les quiten las ganas de seguir invirtiendo en el teatro y en la cultura.

¿Cómo han sido los ensayos? Con tanta limitación no debe haber sido fácil.

Lo más significativo y que aun no tengo muy claro por cómo va a terminar el trabajo es por la mascarilla. Hemos ensayado con mascarilla desde el principio y creo que el estreno va a ser toda una sorpresa para todos. Recibimos la expresión del compañero desde la mirada o el respirar de la interpretación, pero nos falta media cara. ¡Imaginate lo que es eso para el director! El día que nos desenmascaremos será toda una sorpresa. No es lo mismo repasar una obra hecha que el estrenarla porque todo es nuevo. Uno no solo se basa en la interpretación que tiene dentro sino que se basa en lo que te da el compañero, algo a lo que ahora estamos limitados a solo una mirada. Con mascarilla no hay gestos, muecas o expresión del rostro algo que es superimportante a la hora de interpretar.

Estrenar en València, además, debe ser para ti todo un reto logístico porque acabas de ser mamá.

En València y a todos los lugares en los que pare la gira iré con el pack familiar porque no puedo dejar a la bebé porque aun es lactante. Para los ensayos empecé a sacarme leche y fui capeando el temporada como pude porque no quería el biberón. En este momento no es viable irme una semana así que me la llevo conmigo y también a mis padres para que me ayuden.

Hablemos de «La Coartada».

Es una obra que no puedo decir mucho porque, si lo digo, desvelo una gran parte. Empieza con una mujer de unos 40 años que trata de cerrar una coartada para conseguir recuperar a su hija. Ana, que así se llama, habla con un amigo que le asesora con qué decir y qué no decir para que le puedan entregar lo que más quiere en el mundo que es su hija que, en principio, se la han arrebatado. No te puedo decir mucho más. La puesta en escena es muy sobria, una mesa, una silla y dos personas hablando. No hay cambios de vestuario porque todo transcurre en el orden en el que se narra y en la misma estancia. Yo no salgo del escenario y quien sale es mi compañero para dejar pasar al otro compañero. Se caracteriza por un ritmo trepidante y mucha verdad que es lo que va hacer que a la gente le toque el corazón.

La protagonista es una mujer al límite. ¿Cuál es tu límite?

Creo que si le pasa algo a mis hijas no hay límite posible, ahí perdería todos mis límites y me saltaría todas las reglas. Ana es una mujer desesperada y así lo dice alguna vez, eso le lleva a ser una mujer al borde de sus posibilidades.

¿Cómo te manejas con los silencios?

En la vida real mal porque hablo mucho y me gusta mucho hablar. Mi marido me dice ‘con lo bonito que es el silencio’ y yo lo relleno todo el rato. En la interpretación sí que me gusta porque a veces dice más que las palabras.

La obra busca que el público sea cómplice y entienda el porqué. ¿El miedo es no conseguirlo?

En realidad, todos los personajes actúan con un porqué porque todos nos guiamos en la vida por un motivo . No voy a juzgar a la protagonista ni a adelantar nada pero sí que tiene una justificación muy fuerte que es el amor hacia su hija.

Hace tiempo leí que en tu vida te guiabas por una frase: «Yo puedo, que me frene la vida». ¿Sigues fiel a ella?

Sí, en casa desde niña siempre me enseñaron a que yo iba a poder con todo y sigo pensándolo. Siempre creo que puedo y si es que no, la vida ya me ayudará a buscar otra opción, pero yo rendirme nunca; para todo hay caminos. El no, en realidad, ya lo tenemos y solo pensarlo es lo que nos cierra puertas. Tampoco es cuestión de tirarse a la piscina sin agua pero tantearlo, siempre.

De ahí que hayas probado tantas cosas, bailarina, gimnasta, actriz, cocinera, bloguera, mamá...

Es que yo no tengo miedo y me tiro a la piscina. Mi repre , a veces, me llama para proponerme algo que no ve pero me lo cuenta y siempre me dice ‘aunque ya sé que sabes hacerlo’. Ella sabe que todo me genera curiosidad. No me gusta rendirme y sí intentarlo hasta el final. Siempre creo que soy capaz. Eso no significa, Dios me libre, que lo sepa hacer todo. Por eso creo que nunca me pongo nerviosa, porque confío mucho en mí.

Eres muy activa y generosa en redes sociales donde compartes muchos aspectos de tu vida. ¿Te compensa?

Del confinamiento me llevo el cariño de mis seguidores y que, algunos, hayan sabido valorar el hacer cosas en común porque nuestro tiempo es el mayor regalo que le podemos dar a nuestros hijos. Mucha gente ha descubierto que con cariño y dedicación se pueden hacer muchas cosas. Que alguien me de las gracias ya me gratifica.

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