Los productores de cava de Requena se han empeñado en los últimos meses en recordarnos que este municipio del interior de la provincia es el «corazón del cava valenciano», en clara alusión a que solo las uvas producidas en su término municipal son admitidas para elaborar vinos espumosos con el sello de la DO Cava en la Comunitat Valenciana. Pero las últimas modificaciones que plantea el Consejo Regulador de la DO Cava apuntan a que Requena va camino de convertirse también en el «corazón del cava ecológico».

Y es que la DO Cava proyecta ambiciosos cambios en su reglamento que afecta tanto a los nombres que reciban a partir de ahora cada una de las zonas del territorio español donde se producen los cavas como a las normas de obligado cumplimiento para calificar cada cava en un determinado nivel cualitativo. Cuando quede aprobado definitivamente el nuevo pliego de condiciones, los cavas se clasificarán en dos categorías: cavas de guarda (con una crianza mínima de 9 meses en botella) y cavas de guarda superior, estos últimos separados a su vez en tres niveles (los reservas, con una crianza mínima de 18 meses; los gran reserva, con una crianza de al menos 30 meses; y los cavas de paraje calificado, con un mínimo de 36 meses de crianza). El caso es que entre los requisitos para lucir el sello de cava de guarda superior se encuentra el de que la uva con la que se elabore cuente con la certificación de proceder de cultivos ecológicos, algo en lo que Requena ha crecido sustancialmente en los últimos años.

Según los datos que ofrece el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cava respecto a la comercialización en 2020, de los más de 215 millones de botellas vendidas, apenas el 4’6% salen de bodegas ubicadas en el término de Requena; pero, si excluimos de la cifra total todo el cava que no se comercializa como ecológico, el porcentaje se eleva hasta cerca del 22%, es decir, que más de una de cada cinco botellas de cava ecológico es valenciana, lo que evidencia el enorme potencial de la zona en este sentido. Para el presidente de la Asociación de Elaboradores de Cava de Requena, Emilio Expósito, la apuesta por lo ecológico «es una oportunidad para nosotros. Hay que tener en cuenta que el particular clima de Requena es muy propicio para el cultivo bajo pautas ecológicas, ya que tenemos muy poca humedad, buena altitud y notables diferencias térmicas entre el día y la noche, que evitan la proliferación de muchas plagas y enfermedades». «En Requena -añade Expósito- hemos crecido mucho, sobre todo en la calidad de nuestros cavas, apostando por la producción de cavas de categoría superior, por lo que no será un problema que en 2025 (fecha estimada por la DO Cava para que todos sus cavas de guarda superior sean ecológicos) nos hayamos adaptado a la nueva norma, algo que puede ser un poco más laborioso en otras zonas con climas distintos al nuestro».

Con 4.000 hectáreas de viñedo dedicadas a la elaboración de cava (el 10% del total de la superficie en España) Requena se ha convertido en apenas cinco años en la primera ‘potencia’ en cavas ecológicos y se posiciona como una de las zonas de mayor proyección ante las nuevas normas que plantea para sus espumosos la DO Cava.