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Imanol Arias Actor

Imanol Arias: "Soy un exhibicionista de la soledad. Un embaucador"

Llega al Olympia con ‘El coronel no tiene quien le escriba’, la novela de García Márquez que obra gira sobre la dignidad con un viejo militar y su mujer que esperan una carta que no llega y un gallo al que alimentan con sus pocos ahorros con la esperanza de que gane combates y al que dudan si vender.

Imanol Arias protagoniza «El coronel no tiene quien le escriba». Javier Naval

El teatro, confiesa, es ahora su refugio; sostiene que le «ordena la vida». Imanol Arias, recién separado de la mujer con la que ha compartido los últimos once años de su vida y en una encrucijada por sus problemas con Hacienda, ha encontrado sobre el escenario su momento diario de disfrute. Del 30 de junio al 4 de julio, el actor lleva a las tablas del teatro Olympia ‘El coronel no tiene quien le escriba’.

García Márquez consideró ‘El coronel no tiene quien le escriba’ como uno de sus mejores libros. ¿Acompleja enfrentarse a un texto así?

Tienes que estar muy equivocado en el planteamiento para que te de miedo y un respeto terrible una obra artística a la hora de acometerla; entonces, no es que quieras hacerla, es que quieres gustar, arrasar y hacer algo que es lo que te produce miedo por no conseguirlo. El hecho artístico lo que produce es un vértigo que yo lo relacionaría con la adrenalina y el convivir. El ser un artista tiene mucho que ver con los tiempos diarios, en realidad, nuestra disciplina no es ir a un sitio a una hora sino un trabajo que se extiende a lo largo del día y tiene que ver con estar preparado a las ocho de la tarde. Respecto a la obra y su envergadura, al final lo que te encuentras es una partitura maravillosa que puede ser difícil pero que, cuando la encarrilas, te olvidas; entonces tienes que aprovechar el vértigo que te pone muy vital y vivo. Me gusta la ceremonia diaria con el público porque me motiva. Me gusta disfrutar del gozo que ellos tienen al ver la obra.

¿Qué representa esta historia para usted?

Es una historia muy adelantada a un situación que la pandemia nos ha puesto delante que es qué hacemos con los mayores, la justicia de la edad, la memoria y el empoderamiento del conocimiento frente a la fuerza bruta y la juventud que sí, que son un motor necesario, pero los mayores también lo somos. García Márquez se adelanta a todo ello. Él vivió una circunstancia familiar y en Colombia eso tiene una trascendencia enorme con dos figuras como son sus abuelos, que son los que crean su mundo mágico. La obra tiene un alegato final que es que no pisoteemos el sueño de los mayores.

Imanol Arias actúa en el Olympia Levante-EMV

Quizás, de este periodo, lo único que hemos aprendido es que necesitamos el abrazo y el contacto con ellos.

Y a preguntarnos porqué antes no nos preocupábamos por ellos, porque creíamos que nos ocupábamos pero no chequeábamos la ocupación. Parece que se niega la vejez, en la mujer por ejemplo, es como que se le niega hasta la mirada y ni siquiera se ve en ellas a la gran madre. ¡Lo de los mayores es impresionante!

El sentimiento de desasosiego ante la espera del que habla García Márquez también es muy actual.

La pieza teatral no es un estudio político y por tanto no tiene soluciones políticas, aunque cuenta porqué la situación se produce así. Lo que sí desarrolla son mecanismos como que uno está frente a lo público, frente a lo que te viene de fuera, frente a la información o frente a tus sentimientos y luego está qué mecanismos entran en ese sentimiento. García Márquez habla del amor, la dignidad y el tener la vida como un guía en el que los recuerdos no sean tan pesados que te imposibiliten moverte ni el futuro sea tan peligroso por desconocido que te atenace de miedo. Es un poco el reflejo de lo que nos está pasando ahora. Estamos ante un futuro que nos da un poco de miedo y un pasado que nos atenaza porque no acabamos de liberarnos de él. No acabamos de conformar una sociedad más justa. García Márquez habla del amor, de sostenerse incluso con las personas contrarias porque los pocos que ayudan al Coronel son personas contrarias a él pero le ayudan.

El Coronel dice que la vida es una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir. ¿Lo comparte?

Sí, porque el Coronel habla de la violencia pero, no cuando se está produciendo, sino de la violencia de los que sobreviven. El Coronel arranca en un amanecer y prácticamente termina en un anochecer; el amanecer es el tributo a la vida, la metástasis de los recuerdos bien colocados, el amor, el sustento y la no ambición de engañarse, todo eso hace que aunque tenga una paciencia de buey se mantenga firme.

Imanol Arias Levante-EMV

¿Es Imanol Arias tan soñador e idealista como el coronel Nicolás?

Soy un mono en el horóscopo chino y un exhibicionista de la soledad. Me gusta estar solo porque soy un solo hombre para el show. Soy un embaucador en el sentido de que vivo la vida como una aventura de verdad. Me intento quitar miedos de no gustar a todo el mundo, miedos de fracaso. La vida es algo mucho más simple y sencilla y eso me hace ser un poco soñador en el sentido de que cuento la vida siempre muy bonito. Es difícil que yo sea totalmente negativo cuando te cuento algo.

¿Ha llegado ese día, como dice la obra, en el que ya no sabemos qué es lo normal?

Ya no hay vuelta atrás, éste es un momento decisivo en lo humano, estamos a un paso de dejar de ser una especie como la que somos para ser otra cosa. Ya tenemos el cyber incorporado pero lo tenemos en la mano y no en el cerebro. El sapiens va a dejar de ser sapiens y se va a convertir en otra cosa. Habrá que ver qué valores viejos perduraran y qué valores se incorporaran. En una época totalmente centralizada y con mando a distancia veremos cómo serán los gobiernos. No sé, es un paradigma extraño y nuevo.

Del Coronel se destaca la capacidad de resistir ante las adversidades. ¿Cómo ha resistido Imanol las últimas adversidades?

Aceptando las cosas como vienen en primer lugar y luego teniendo conciencia de qué es lo que me pasa. Evito un poco el ruido y el relato alrededor de algo que solo yo sé. Intento acortar la distancia sobre quien se dice que soy y quien soy, quitándole grandeza a la figura porque eso solo es resultado del trabajo que hago. Hago mucha meditación y esto ha cambiado mucho mi vida porque eso me hace encontrarme a mí mismo.

El coronel Nicolás Naval

¿Qué le aporta, en estos momentos, el teatro?

Me permite vivir como un mono artista y eso ya es el colmo del disfrute. Este trabajo enriquece mi vida, me permite reflexionar y estar en contacto con la palabra que es la base de la literatura. El teatro me hace feliz y me llena de historias. Ésta es una vocación que se crea diariamente; es la creación de una partitura que, es la misma, pero que se crea diariamente y, depende de quien lo escucha y el contexto, suena de una manera u otra. Ahora, el teatro me ordena la vida.

Le ha llegado a cansar dar vida tantos años a Antonio Alcántara en «Cuéntame». ¿Tiene ganas de deshacerse de este personaje?

Quería hacer lo que he hecho, que era liberarme de contar al personaje. Veinte años con un personaje es mucho y, en algunos momentos, me ha absorbido tanto que no he podido hacer otras cosas porque es un trabajo muy grande. Yo quería ver como moría y me gusta que lo haga con esa paz y ese conocimiento. Pero, ojo, la serie sigue en el 1994 porque ahora mismo tengo tres guiones y se han preparado 20 capítulos más. Ahora se cuenta el cambio de Antonio y como ha evolucionado su matrimonio.

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