George Sand fue una mujer independiente, un espíritu libre, una socialista comprometida en un siglo de revueltas políticas y una pionera en la defensa de los derechos de la mujer. La vida de la escritora francesa fue sinónimo de libertad, coraje y experimentación, y estuvo marcada por sus relaciones amorosas. Entre ellas, la de Chopin. Cuando se conocieron, él era un joven músico cuya genialidad comenzaba a despuntar. Estuvieron juntos muchos años y se inspiraron mutuamente para crear sus mejores obras. Con el apoyo de Sand, Chopin se convertiría en uno de los más grandes compositores de piano de todos los tiempos.

En 1838, los dos artistas llegaron a Mallorca y se instalaron en la Cartuja de Valldemossa. Allí convivieron, se amaron, se pelearon, trabajaron y crearon juntos..

En la pieza que se ofrece en la Sala Russafa, Analía Puentes encarna a la escritora en una puesta en escena honesta, apasionada y profunda que cuenta con la presencia de una pianista en vivo (Elke Sanjos) , creando una atmósfera y un diálogo poético con la intérprete. Así, música, literatura y teatro se fusionan para reflejar una vida atravesada por la creación artística. El texto escrito por Camilo Zaffora, con colaboración de Analía Puentes, está inspirado en «Historia de mi vida» autobiografía de George Sand, en novelas y cartas de la escritora, testimonios y documentos históricos de la época.

«Me gusta interpretar a mujeres controvertidas, que cuestionan las normas y luchan por sus propósitos. Sand sufrió la censura por atreverse a escribir sobre temas que, en teoría, eran demasiado fuertes para una mujer. Pero ella vivió su vida como quiso, se divorció siendo joven y mantuvo relaciones con artistas y creadores del momento. Defendió el socialismo y fue pionera del feminismo. Esa decisión, esa libertad de espíritu, creo que es una inspiración para todos y todas, tanto en lo artístico como en lo vital», explica Analía Puentes, encargada de transportar al público al mundo interior y más sincero de una autora adelantada a su época.