La historia de Chozas Carrascal es la de dos generaciones familiares que han hecho de la viticultura y la enología algo más que una forma de vida. Es la historia de los López-Peidro, una familia con raíces en Requena que durante los últimos treinta años ha moldeado una finca ubicada en un entorno extraordinario para el cultivo de la vid. Todo comenzó cuando Julián López y María José Peidro decidieron dar forma a un sueño que venían persiguiendo hacía años. La bodega se configura al más puro estilo de los châteaux franceses, con las parcelas de viñedos rodeando la bodega. Además de configurar una interesante colección de vinos y cavas, la familia López-Peidro ha construido un buen proyecto alrededor del enoturismo que permite realizar una visita que repasa todos los aspectos que influyen en la elaboración del vino, desde el viñedo hasta su embotellado final.

Ahora, la bodega está gestionada por la segunda generación, que ha sabido tomar el testigo con solvencia para seguir imprimiendo ese sello tan personal a cada uno de sus vinos. Así, junto a Las Tres, Las Cuatro, Las Ocho, Rosé Marine y Cabernet F., la bodega ha presentado recientemente otros nuevos vinos; la gama Anma (con un blanco y un tinto), Mudare (blanco natural elaborado con uvas de Macabeo) y Materia (un tinto de Bobal que en los dos últimos años se ha situado en el podio de los mejores vinos de España dentro de la prestigiosa guía Peñín).