El respeto por la sostenibilidad y el gusto por lo vintage ha hecho que en los últimos años haya habido un auténtico boom de todo lo que va asociado a la «segunda mano». Las grandes cadenas de ropa lo han notado, es por ello que en sus escaparates proliferan beisboleras, botas con tachuelas e incluso los pantalones de pana. Sin embargo, muchos usuarios prefieren prendas reutilizadas debido a su oposición a la contaminación que genera la industria textil, pero también porque las últimas décadas del siglo XX (60’s, 70’s, 80’s y 90’s) se han convertido en auténticos iconos del diseño. Y es que a los que pertenecen a las generaciones Y y Z (nacidos entre los 80 y los 2010) les encantan las chaquetas deportivas y coloridas, las zapatillas con plataforma, los abrigos oversize y las camisas con moisaicos.

Zapatillas Vans de segunda mano. g.caballero

València no ha sido ajena a este nuevo fenómeno. En los últimos años, las tiendas de ropa de segunda mano se han multiplicado, convirtiendo barrios como el Carmen y Russafa en los núcleos de la ropa vintage valenciana. Algunas tiendas, incluso, se atreven a intervenir algunas prendas para convertirlas en diseños nuevos, adaptando su funcionalidad a la del siglo XXI. A continuación os proponemos una ruta por la València de «segunda mano» con algunas de sus tiendas más representativas.

mano POR CARLA MELCHOR

En el Carmen, encontramos una de las tiendas de moda, Santo Spirito Vintage (Dalt, 22), que cuenta con ropa usada seleccionada. Ha sido incluida en guías de revistas como Vogue, Vein, InStyle, GQ, así como en el Cosmopolitan alemán, que la consideraron una parada ineludible durante un viaje a València.

En este barrio también encontramos pequeñas boutiques, donde se pueden apreciar los artículos de manera muy cuidada, como en La Señora Henderson (Tapineria, 14). Con un estilo más desenfadado encontramos otras como Soho vintage (Drets, 33), que incluso permite canjear ropa propia por piezas de la tienda.

Entre el bazar y la boutique se enceuntra El Clot Vintage, tienda situada en la plaza del Tossal, punto de encuentro de estudiantes universitarios, integrantes de grupos de música y bohemios que van en busca de cazadoras de cuero, camisas estilo cherokee o botas de rodeo. El primo hermano de El Clot, es Rastrell (Rossinyol, 1), a las puertas del distrito de Saïdia.

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El segundo núcleo moderno de València lo encontramos en Russafa. Está capitaneado por la original Flamingo Vintage Kilo, que se guía por el siguiente lema: «Tanto pesa, tanto vale». El cliente paga las prendas que quiere -la gran mayoría de origen norteamericano- al peso. También está Trinity Vintage (Cuba, 22), capitaneada por un americano afincado en València, que además de estar enamorado de la ciudad, le encantan las chupas de cuero, las botas con tachuelas y las gafas de colores.

A pocos metros de allí, se encuentra la tienda preferida para los amantes del lujo. En las perchas de El Vestidor Vintage (Gran Vía Germanías 14) se pueden encontrar piezas antiguas de Gucci, Yves Saint Laurent, Dior, Roberto Cavalli o Pertegaz. La actriz Ana Rujas, Lola Índigo, Miranda Makaroff o la influencer valenciana Marta Lozano se encuentran entre sus clientas habituales.

Gran parte de estas tiendas también venden por internet, con lo que la moda valenciana vintage se está expandiendo más allá de nuestras fronteras. Las tiendas físicas resisten el embate de la pandemia, mientras que una ya ha dado el paso definitivo para permanecer en el mundo virtual. Es el caso de Kauf Vintage, antigua tienda de segunda mano en Russafa que ya vuela sola por la red.