Adiós al frío. El cuerpo tiene que adaptarse a ciertos cambios de temperatura y luminosidad y esto provoca un cambio hormonal que afecta al estado de ánimo. Es lo que se conoce como ‘astenia primaveral’ que provoca somnolencia diurna, desmotivación, tristeza, dificultad de concentración, dolores de cabeza, disminución de la libido, falta de apetito, irritabilidad y cansancio generalizado. En las próximas semanas, cuando el cuerpo se habitúe a la temperatura habitual de la primavera, el aumento de la serotonina y la disminución de la melatonina, provocado por el aumento de la luminosidad, hará que el estado de ánimo mejore y aumente la energía y motivación. El cuerpo tiene que adaptarse a las nuevas condiciones poco a poco y para sobrellevarlo son importantes algunos consejos.

La primavera provoca alteraciones de ánimo Urban

Hacer deporte

Es uno de los mejores antidepresivos naturales, activa el cuerpo y hace que uno se sienta mejor. Favorece la liberación de endorfinas que hace que aumente el estado de ánimo. Cualquier ejercicio es bueno, y más ahora que empieza el buen tiempo, se puede salir a correr, a montar en bici o a andar para sentirse mejor.

Regular el sueño y anticiparse al cambio de hora

Hay que establecer una rutina de descanso y adaptarse al cambio de hora poco a poco. Es conveniente dormir una media de siete u ocho horas para que el cuerpo descanse y uno se levante con buen estado de ánimo.

Hidratarse

Hay que beber un mínimo de litro y medio al día para que el cuerpo esté hidratado. Se puede combinar con zumos e infusiones, aunque siempre dando prioridad al agua.

El yoga mejora la conexión entre cuerpo y mente Urban

Practicar yoga

Una buena manera de relajarse y adaptarse al cambio de estación es practicando yoga, ya que mejora la conexión entre cuerpo y mente y hace que uno se relaje, mejora el ciclo del sueño, elimina dolores musculares y controla la ansiedad.

Actividades al aire libre

Ahora que llega el buen tiempo hay que aprovechar y salir al aire libre, dar paseos, estar al sol ya que es la mejor fuente de vitalidad.

Limitar la cafeína

La cafeína es un alcaloide natural que se encuentra en distintas partes vegetales comestibles como por ejemplo las hojas de té, cacao y semillas de café. Es una sustancia que se consume sobre todo a través de bebidas como el café, el té y bebidas energéticas. La cafeína bloquea los lugares donde se une la adenosina que genera sensación de cansancio, sedación y actúa de forma contraria estimulando el sistema nervioso, pero si no se consume con moderación tiene efectos perjudiciales, así que es mejor limitarla ya que puede alterar el sistema nervioso e interferir en el sueño.

Cuidar la alimentación

El cansancio y la falta de motivación hace que el cuerpo “nos pida” alimentos ricos en azúcar y grasas y hay que intentar evitarlos. Para ello, hay que aumentar la ingesta de verduras y frutas para conseguir tener más vitaminas y minerales. Una dieta variada, equilibrada y saludable junto con un estilo de vida sano y activo nos hará sentir más enérgicos. Además, es importante prevenir la deficiencia de cualquier nutriente. 

Los mejores alimentos, según los expertos nutricionistas de Nutritienda.com, para combatir el cansancio producido por la astenia primaveral son:

Los plátanos ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga. Urban

Plátano

Es la fruta energética por excelencia. Rica en potasio, ácido fólico, vitamina B6 que contribuye a mantener el normal funcionamiento del sistema nervioso, ayuda al metabolismo energético normal y a disminuir el cansancio y la fatiga. Además, tiene un alto poder saciante ya que contiene mucha fibra.

Chocolate negro

Un placer para el paladar y para la salud, se puede tomar en forma de semilla, polvo o chocolate puro. Contiene antioxidantes, (como los flavonoides), vitaminas y minerales muy beneficiosos para la salud. Es importante saber escoger la variedad de chocolate ya que se puede perder hasta un 90% del contenido en flavonoides según la etapa y el proceso de fabricación. También contiene triptófano, un aminoácido esencial de gran importancia precursor de la serotonina y la melatonina y teobromina responsable de algunos efectos beneficiosos del cacao. Hay que consumirlos con moderación y con la mayor concentración de cacao puro posible.

Huevos

Aportan nutrientes necesarios para hacer frente a todas las actividades gracias a la presencia de proteínas. Son fuente de vitaminas como la A, D, E y K, y contienen ácido fólico. Son ricos en minerales, sodio y potasio que contribuyen al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos, además de al mantenimiento de la tensión arterial normal.

Las almendras son muy energéticas Urban

Almendras

Es uno de los alimentos más energéticos que hay, contienen ácidos grasos insaturados que contribuye a mantener niveles normales de colesterol, fósforo que favorece al metabolismo energético normal, minerales como el potasio que ayuda al normal funcionamiento del sistema nervioso, el calcio, necesario para el mantenimiento de los huesos en condiciones normales y el magnesio que ayuda a combatir la fatiga y el cansancio y, por último, vitamina E que contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo.

Miel

La composición de la miel de abeja varía mucho en función de la zona o del clima dónde se ha recogido, sin embargo suele ser rica en hidratos de carbono (glucosa y fructosa), por lo que su consumo proporciona energía a nuestro organismo. También contiene una cantidad moderada de zinc, que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario; y es rico en diversas enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos, sustancias aromáticas, etc.

Salmón

Es una fuente de ácidos grasos Omega–3. Contribuye a mantener el funcionamiento normal del cerebro y del corazón, por lo que se recomienda incluir de 3-4 raciones de pescado por semana (alternando entre pescado azul y blanco). Es una fuente de proteínas y minerales tan importantes como el fósforo. También incluyen un aporte importante de vitaminas B6 y B12 y niacina que contribuyen a disminuir la sensación de cansancio y fatiga. No podemos dejar de mencionar la vitamina D ya que ayuda a mantener los huesos y músculos en condiciones normales.

Tomate

Destaca por su alto contenido en vitamina A, básicamente en forma de carotenoides provitamina A y vitamina C. Una ración de tomate cubre el 61 % de las ingestas recomendadas de esta vitamina, lo que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune y a la protección de las células frente al daño oxidativo.