Las Fallas no solo resultan adictivas para los falleros que religiosamente pagan una cuota anual en su comisión, sino que también enganchan a todo hijo de vecino. La semana que viene es la más importante del año para miles de valencianos, pero quien no está vinculado a ninguna Falla también se deja encandilar por el ambiente festivo de las calles de la provincia. Tanto, que incluso el armario se ve contagiado por este fervor . Lo habrán notado en las calles. Ya hay mochilas, bandoleras, coleteros, bolsos, diademas y hasta calcetines con llamas, petardos y los nudos de las espardenyas.
La semana fallera exige un código de vestimenta, cuyo cumplimiento indica el nivel de implicación del valenciano con las Fallas. En los últimos años, han proliferado las tiendas online que venden todo tipo de artículos. Son portales como Peineta Roja, Regalos Falleros o Regalos Pardo. Hasta en Amazon se pueden encontrar este tipo de artículos.
Son productos que van más allá del merchandising, incluso algunos buscan ser un objeto de deseo para los más refinados. Es el caso de la marca Solet, dirigida desde Madrid por la valenciana Tatiana Sirera. «Estudié Publicidad y he trabajado en empresas de comunicación relacionadas con la moda. Siempre había querido tener algo mío en el sector. Me daba mucha envidia la gente que veía que emprendía. A raíz de la pandemia, lo empecé a pensar más fríamente. Hasta que en diciembre de 2020 decidí que era el momento de lanzarme a la piscina. Para empezar, me centré en una de mis pasiones, los bolsos», comenta Sirera. Así nació Solet, un nombre valenciano que está haciéndose cada vez más conocido en Madrid.
Se diferencia del resto de marcas, ya que los bolsos de Tatiana están hechos de retales de vestidos de fallera, lo que que convierte a Solet en una marca sostenible, que ha apostado por incluir la tela tradicional valenciana en el ‘street style’ de la moda española. Decidió utilizar el tejido de fallera durante uno de sus viajes a València. «Quería utilizar una tela especial, para aportarle ese valor añadido al bolso. En cuanto vi la tela de fallera me enamoré. Se ha convertido en el símbolo de la marca», explica. Tatiana recoge la tela que sobra de la confección de vestidos de fallera en tiendas y fábricas. «Puedo escoger las tela que quedan de la realización de vestidos o de temporadas pasadas. Por eso, cuando un bolso de Solet se agota, no hay posibildiad de vovlerlo a hacer», añade.

Las unidades de cada bolso varían según el tamaño de tela que Tatiana consigue en cada tienda o fábrica. «Igual, de un volso pueden haber 30 unidades, pero de otra tela solo salen 15», explica, ya que en general, no hace tiradas de más de 40 bolsos por tela. Los bolsos se confeccionan en talleres de confianza, de manera artesanal. Solet también cuenta con otros artículos en su catálogo, como diademas y coleteros, que surgen «de los retales de los retales».
El último bolso que ha enviado Tatiana Sirera ha sido a Nueva Zelanda. «Saber que un bolso de tela de fallera está en Nueva Zelanda es muy gratificante», asegura la valenciana. Aunque la mayoría de envíos se realizan a Madrid, Barcelona y València.
«Saber que un bolso de tela de fallera está en Nueva Zelanda es muy gratificante», asegura la valenciana Tatiana Sirera, impulsora de Solet, la marca de bolsos que está haciéndose un hueco en la moda española. Utiliza retales de vestidos de fallera. No es la única que ha inspirado en las Fallas para diseñar prendas. De hecho, ya hay diademas, pajaritas y hasta calcetines con motivos puramente falleros.