Entrevista | Luis Zahera Actor

Luis Zahera: «Hacer siempre de malo ya me aburre»

El actor gallego, que actúa en Valencia en su monólogo Chungo, reconoce que la popularidad es todo "un gancho" para atraer gente al teatro

Zahera actúa en València en el monólogo Chungo

Zahera actúa en València en el monólogo Chungo / Alikate

Amparo Barbeta

Amparo Barbeta

Dice que últimamente se pasa la vida en la carretera y que dispone de «muy poco» tiempo libre. Confiesa que «estar de moda» es un gustazo pero también una obligación porque tiene que «aprovechar» el momento. Sabe, curtido en mil batallas, que «todo lo que sube baja». Luis Zahera, ganador de un Goya en 2019 y otro en 2023 por su interpretación en El reino y As bestas, respectivamente, actúa el sábado en el teatro Olympia con el monólogo Chungo. Dice que, «aquí sí» hace de Luis Zahera porque, bromea, «Luis Zahera tiene muchas caras».

‘Chungo’ significa que algo es difícil y complicado y que alguien tiene mal aspecto. ¿Con qué definición se queda?

Para mí Chungo es un divertimento y un espectáculo en el que pongo en ridículo a Luis Zahera y cuento que él quería ser un galán, que quería hacer películas de morrear y cómo acabó... pues matando y vendiendo cocaína y con todos esos personajes que hace y hago. En el monólogo me río de eso y con ello trato, sobre todo, de hacer reír y divertir a la gente. Es un monólogo bastante terapéutico y la gente lo disfruta mucho. El monólogo es un formato que me gusta y en el que estoy cómodo porque me encanta el contacto directo con el público. Estoy encantado. Respecto a la acepción de algo difícil, por lo de hacer reír, te agradezco el comentario. Sinceramente creo que también me aprovecho de ser un personaje público y de salir en la tele. A veces me siento un poco un advenedizo. Hay monologuistas profesionales que lo hacen realmente mejor y nosotros, por ser quienes somos, tenemos un tirón diferente porque la gente viene a vernos. En esto, el ser conocido es una ventajas. La tele es un gancho. Conozco a monologuistas impresionantes, como Oswaldo Digón, pero como no salen en la tele.... La verdad es que la tele nos ayuda mucho a los monologuistas advenedizos, a los que nos subimos al carro en el último momento. 

Detrás de esa imagen tan seria como la que usted proyecta no parece que se esconda un cómico.

Pues la gente tendrá que venir al Olympia y comprobarlo. En este trabajo se tiene que sabe hacer de todo. Que te piden drama, drama; comedia, comedia. Un actor debe saber manejarse y defenderse en todos los registros. Vamos, que hay que saber tocar todos los palos.

Zahera trae a València su monólogo Chungo

Zahera trae a València su monólogo Chungo / Alikate

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Aún tocando todos los palos, como usted dice ¿Hasta qué punto le ha encasillado su aspecto y su voz?

Mi teoría es que en España se encasilla mucho. En Francia, Inglaterra o Estados Unidos se abre más el abanico de personajes que aquí. Creo que se tiene que arriesgar pero esa decisión la tienen que tomar los productores, los directores o incluso las cadenas. No sé exactamente quién tiene que arriesgar. ¡Estaría bien pensar en darle un buenazo a Zahera porque lo de hacer siempre de malo aburre! Pero dicho esto, el problema no es que te encasillen, si no el no trabajar. Así que estoy feliz. Aunque sí, me aburre un poco. Es que ponerme siempre la misma camiseta, aunque la lave de vez en cuando, cuando me la vuelvo a poner... Conmigo se arriesga poco, la verdad sea dicho. No es una tragedia pero es un poco triste.

Pero a usted, este cliché de malo le beneficia.

Yo qué sé. Me mantengo. Ya soy un habitual de la maldad y voy trabajando. Esta profesión, como demuestran las estadísticas, es muy cruel. Mantenerme en esto es un éxito incontestable, así que solo me queda tener humildad y mirar hacia adelante para intentar aguantar. Este, aunque no lo parezca, es un trabajo muy raro.

En el monólogo habla de «historias e histerias». ¿Es así la vida del actor?

Este es un monólogo del anecdotario y en ello se incluyen las historias e histerias con uno mismo. Interpretar es un trabajo muy divertido. Es ser toda la vida el niño que eras. Aquí te llevan, te traen, te pagan bien. Esto es una maravilla de trabajo. Histerias las de uno mismo.

Ha dicho que en el monólogo Luis Zahera pone en ridículo a Luis Zahera. ¡Hay que ser muy generoso para hacer eso!

Uno tiene que pensar en el público. Cuanto menos piensas en ti mismo y más en el público, pues mejor. La gente paga para que la diviertan. Yo que hago papeles de duro, de malo, de hijo de la gran putísima, pues ridiculizarme, a veces, es divertidísimo . Me gusta buscar el niño que llevo dentro y conectarlo con el niño que lleva dentro el espectador. Lo importante es que el público pase una hora y media agradable. Me sorprende que la gente me de mucho las gracias. Lo agradezco. Más allá del autógrafo o la foto, mucha gente me da las gracias y hay que valorarlo. Por eso, si me tengo que poner en ridículo una y mil veces pues adelante porque vale la pena. Además todo es mentira.

¿En estos espectáculos desconecta de la tensión de los rodajes?

Sí. Dentro de la mentira de la falsificación que es nuestro trabajo, el teatro es lo más puro. No llego a desconectar porque me estoy volviendo un poco loco porque estoy haciendo al mismo tiempo teatro, cine y televisión y hacer tanta carretera y horas de plató quema un poco, pero sé que estoy un poco en racha y un poco de moda y tengo que aprovechar este momento vital. Sé que todo lo que sube, baja. Estoy gozando mucho del momento.

Por lo menos se le destensará el rictus.

Sí, claro. El teatro me genera más satisfacción que la tele. Me hace muy feliz ver a la gente reírse, cómo se sorprende, los silencios, las cosas que te dicen al acabar. Es maravilloso. Amo el teatro, su magia y su liturgia.

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Luis Zahera al recibir el Goya al mejor actor de reparto por As bestas

Luis Zahera al recibir el Goya al mejor actor de reparto por As bestas / Efe

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¿Sigue pensando que la interpretación es un juego?

 Me sigo divirtiendo aunque con los años se diluye un poco la ilusión de aquellos primeros cortometrajes, las primeras obras de teatro... Ahora todo se mecaniza aunque me sigue pareciendo un juego muy ilusionante.

¿Le siguen dejando poso los personajes?

Es que a mí jamás me lo dejaron. Yo siempre estoy pensando en el siguiente papel. Con los personajes yo juego y luego está la vida real. Sé separar.

¿Qué personaje le gustaría interpretar?

Me encantaría hacer una comedia romántica. Me gustaría que la gente viera esa versión de mi que es todo lo contrario a lo que están habituados. Me gustaría irme al extremo. Pero bueno, me conformo con estar como estoy. La verdad es que todo me gusta y todo lo disfruto.

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