Basada en la novela homónima de la escritora y periodista Berna González Harbour que sigue las andanzas de la comisaría María Ruiz, Verano en rojo trata de la investigación que llevan a cabo la comisaría Ruiz y el veterano periodista Luna, papel que interpreta José Coronado, sobre un doble asesinato aparentemente inconexo, pero que esconde detrás una historia de crímenes perpetrados en silencio y ocultos durante mucho tiempo. La película es un thriller que pone a la Iglesia española en el punto de mira.
«Verano en Rojo» parece una ficción muy real.
Hay bastante de real, empezando por el tercer protagonista de la historia que es la iglesia y que sigue dando titulares sobre abusos cada día en los periódicos. ¡Es increíble que esto ocurra! Mi personaje, Luna, también es muy creíble. Es un periodista de la vieja escuela al que le afecta cómo están cambiando las cosas . Ahora se hace un periodismo diferente, y esto como dice Luna, deja sin alma a las redacciones. Ahora se valora al periodista que maneja las noticias a través de las redes sociales y otras aplicaciones en vez del periodista que sale a la calle, que tiene sus fuentes, que husmea, que investiga. Pero bueno, es el hoy. La peli es un thriller policíaco con misterio y tensión con los abusos que se practican en la iglesia como telón de fondo.
¡Qué importante es denunciar!
Fundamental. No hay que tener miedo a denunciar porque es la única forma de salir de esta. Hay que acogotar a todos estos hijos de puta porque siguen habiendo casos. Yo no pretendo que pidan perdón ni nada porque de poco sirve ya, pero sí tenemos que evitar que sigan sucediendo estas cosas y que sigan siendo impunes porque entre ellos mismos se protegen y se encubren. Denunciarlos, por lo menos, sirve para apartados de la vida.
Se ha tardado muchísimo en dar visibilidad a este tipo de abusos.
Yo no lo puedo entender. Imagino que algunos no lo denunciarían por vergüenza, pero otros eran por ese amor a la religión, ese catetismo que tenemos... pero lo que me parece increíble es que siga sucediendo ahora. Cuando yo era niño, Franco y la Iglesia estaban antes que nada, pero ya no. Ahora que la iglesia se ha desmitificado no me cabe en la cabeza que sigan habiendo abusos y se sigan encubriendo. Hay que seguir denunciando hasta acorralarlos y echar a esos sinvergüenzas fuera de la sociedad.
¿Has tenido contacto con testimonios reales?
Sí, por supuesto, me empapé todo lo que pude de testimonios directos e indirectos. Además, pensé lo que ocurría en mi infancia. Yo fui a un colegio de Maristas y en ese momento ni lo pensé, pero recuerdo momentos en los que el cura me ponía la mano en la pierna... Ahora me da yuyu porque es tan horrible y me parece tan tremendo... Los curas te hablan del pecado y no puede haber un pecado mayor que este. Como dice Luna, habría que tirarlos por un barranco como cerdos para que se expiaran sus culpas. Vamos, que los abusos son lo peor y siguen sucediendo.
¿Un Papa como Francisco es lo mejor que le está pasando a la iglesia?
Yo creo que es fundamental. Él ha rejuvenecido un poco la Iglesia, aunque es una estructura arcaica y jerárquica y con él parece que se ha modernizado un poco. Por lo menos están saliendo a la luz más casos de abusos, aunque deberían de salir muchísimos más. A mí me gusta este Papa, la verdad. Por lo menos está intentando adaptarse a los tiempos. Hasta ahora todos se ceñían a sus liturgias y sus procedimientos y nadie llamaba a las cosas por su nombre ni se mojaba. Francisco acepta que a veces la iglesia no tiene la razón ni la verdad completa sobre todo los pasos que da el ser humano. El Papa Francisco está haciendo una gran labor a la hora de denunciar y de intentar levantar las alfombras del Vaticano y de toda la Iglesia en el mundo.
En ese levantar las alfombras, el papel del periodismo y de la prensa como altavoz de esas denuncias es fundamental.
Fundamental. Y creo que es uno de los grandes aciertos de la película. Ese binomio de policía-periodista trabajando juntos para poner a los malos contra la pared está muy bien. Hay que denunciar las cosas públicamente para que todo el mundo lo sepa y luego que cada uno opine. El problema es que, tras las denuncian, pocos poderosos pagan porque tienen sus subterfugios y se cubren unos a otros. Como sociedad debemos de conseguir que se pare la cadena de abusos y se eviten todos los que sean posibles.
El poder, como estamos viendo estos días, sabe cómo manejarse para salir impune de muchos actos denunciables.
Entiendo que lo dices por lo de Rubiales. Es todo asqueroso. Que poca personalidad, que poca dignidad y que poca hombría de todo.
Y otra vez vuelves a hacer de periodista. ¿Alguna vez pensaste ser, en realidad, periodista?
Cuando hice Periodistas, que fue maravilloso, incrementaron las matrículas en Periodismo por la serie, y yo también me planteé el hacer la carrera de periodismo porque es un oficio que siempre me ha encantado El problema es que tengo mucha suerte y tengo mucho trabajo y no tengo tiempo para nada, pero si no yo sería de los que me estudiaría la carrera. Me apasiona.
·Lo de Rubiales es todo asqueroso. Que poca personalidad, dignidad y hombría»
La edad del trabajador, como le ocurre a tu personaje, ¿es un lastre para las empresas?
Por norma general sí, pero hay excepciones. Yo ahora mismo tengo más trabajo que nunca , por lo que entiendo, mi edad me beneficia. Además, ahora ya sé de lo que hablo y puedo trabajar con más contundencia y calidad. Pero por regla, cumplir años es un lastre y aunque eso sea injusto porque, por ejemplo, un periodista cuanta más experiencia tiene es mejor. Pero bueno, es ley de vida y hay que asumirlo. También es verdad que los tiempos están cambiando de una forma tan tremenda que muchas veces no nos damos cuenta de que estamos desfasados. Ahora se piensa de otra forma y los valores son diferentes. Lo ideal es haberte dejado la piel durante toda tu vida y haber trabajado en lo que te haya gustado con mayor o menor éxito y luego poder dedicarte a a disfrutar de de tu familia y de los tuyos lo que te quede de vida.
¿Sabes sumar años o te rebelas ante eso?
Yo lo tengo clarísimo. Tengo una capacidad de asumir todo lo que pasa en la vida fantástica y entre ellas está el asumir el paso de los años y lo que es el inminente final de nuestras vidas . Hay que asumir. Hay que prepararse para morir , no te digo con alegría, pero sí con resignación. Y así lo practico. A ver me da rabia que físicamente ya no corro como corría cuando tenía 20 años, pero sé hacer mejor otras cosas y ya está.
Hablando de edades. ¡Las nuevas generaciones de actores pisan fuerte!
Sin duda, además a todos los niveles, tanto técnico como artístico. Además es que somos referentes por cómo hacemos las cosas. Por fin se está pagando mejor a los guionistas, a los que se les ninguneaba, y tenemos grandes historias. Yo envidiaba al cine francés por las historias tan maravillosas que contaban y ahora mismo creo que estamos a la altura de cualquiera de los mejores del mundo.
Reconoces que tienes mucha faena, ¿en qué andas metido ahora?
No paro, la verdad. Empiezo la semana que viene la 4.ª temporada de «Entrevías». Luego remato unas cosas de «La chica de nieve» y empezaré otra serie más para Netflix y tengo por ahí un par de películas para estrenar como «Puntos suspensivos» dirigida por David Marqués y «Cerrar los ojos» con Víctor Erice.