Doña Manteca son Empar Mora y Paula y Elena Almendros. Tres mujeres que, con voces corales y diferentes instrumentos, han dado una nueva vida a éxitos como «Ojalá que llueva café», «Piensa en mí» o «Tiburón». Elvis Crespo, Jorge Drexler, Karol G o Nathy Peluso han alabado públicamente a estas valencianas, que no dejan de sumar nuevos seguidores en redes sociales.
Ellas dicen que aplican «el filtro Manteca» a las canciones que más les gustan y que pueden encajar en su peculiar estilo latino y lleno de ‘sabor’. Beben de influencias de todo tipo, pero las tres se conocían por formar parte desde pequeñas del panorama coral valenciano. Los coros es lo que las unía y, a partir de ahí, empezaron a sumar ingredientes a la receta musical de Doña Manteca.
«Lo que nos caracteriza mucho son las tres voces en harmonías vocales, donde se ve claramente la influencia del mundo coral», apunta Elena Almendros.
Además de cantar, las Doña Manteca son polifacéticas, pues también tocan diferentes instrumentos. La percusión se la turnan (yembé, cajón, bombo, claves, el güiro…), Elena toca la guitarra; Empar, el violín; y Paula, el contrabajo, elementos que también suman a sus canciones.
«Nos lanzamos a acompañarnos nosotras mismas; nos aventuramos a tocar los instrumentos mientras cantamos. Nuestro fuerte es la voz y siempre hemos querido emular la música que nos gusta con nuestros medios», dice Paula Almendros.
Las redes sociales como plataforma
El grupo, como tal, apareció en verano de 2021, cuentan sus componentes, a raíz de las ganas que el confinamiento y la pandemia les generaron por crear música.
Han usado las redes sociales como plataforma y altavoz para darse a conocer, sobre todo los vídeos cortos (de TikTok e Instagram), que les permiten «conectar rápido con la gente», y reconocen que les llegan reacciones de todo el planeta.
El «boom» —como ellas denominan su éxito— les llegó primero por una versión de «Tengo una debilidad», de Antonio Machín, y luego por la nueva «Salvaje», de Nathy Peluso, que se viralizó.
Empar Mora y Paula y Elena Almendros se conocieron de niñas en los coros y ahora se han hecho virales
Así, mezclan clásico y moderno para conseguir un estilo «mantecoso», que ya las caracteriza y que las llevará a actuar en el Dona Sonora, el nuevo ciclo dedicado a mujeres cantantes, el 23 de septiembre en la Casa de la Mar de Alboraia.
«Lo de Nathy Peluso se nos escapa de la razón. Nos compartió, nos comentó, nos ‘aprobó’ el homenaje que le habíamos hecho, y la cosa se disparó...», reconoce Elena Almendros. «También nos han compartido Jorge Drexler, Karol G, Elvis Crespo… artistas muy diferentes y grandes de la música. Estamos orgullosas y nos ha dejado anodadadas», afirma Paula Almendros, en el mismo sentido.
Además de sus ya conocidas versiones, anuncian a Urban que ya trabajan en canciones propias, que pronto esperan poder subir en plataformas como Spotify.
«Tenemos mucha demanda en redes sociales, y ya existen ideas de composición que están en proceso y cocinándose. No tenemos fecha de grabación, pero esperamos que sea pronto. Lo iremos subiendo poco a poco», explica Empar Mora.
Por su parte, Elena Almendros, afirma que de momento están autogestionándose, con ayuda de Jazztone Studio.
Aseguran que cada día se acuestan sin saber cuál será el ‘reel’ de la semana, y que la selección que hacen de los temas que versionan es «como cuando vas a la playa con tus amigas y llevas un altavoz: se ponen las canciones en común y, si nos gustan y nos motiva y transmiten, van palante», dice Elena Almendros, que suele hacer los arreglos de las canciones.
Concierto en Dona Sonora
Sobre su próximo concierto en el Dona Sonora, agradecen que se apueste por las mujeres sobre el escenario «más allá del 8M».
«Estamos muy contentas, porque nos parece muy importante que se reivindique la figura de la mujer en el mundo de la música, más alla de ser cantantes, porque también somos multiintrumentistas». «Se debe contar con figuras femeninas en la programación durante todo el año», defiende Empar Mora.
«Nuestros conciertos son distintos cada día. Son un repertorio de canciones y cada una nos inspira una cosa o ha sido escogida por una razón. Vamos hablando y haciendo participar al público, improvisamos bastante y hay mucha mucha espontaneidad, por eso ninguno es igual que otro. Es un paseo por emociones, donde se ríe y llora en casi hora y media», dice Elena.
Sobre si se valora el peculiar estilo de Doña Manteca, lejos de lo habitualmente comercial, Paula Almendros admite que sí que sienten que el público les responde: «La gente valora cierta música más elaborada y de calidad, voces sin ordenador de por medio ni tecnologías; musicote sin retoques».