Miguel Bernal Montes es biotecnólogo, pero Mikecrak es el youtuber número 1 en España, con más de 40 millones de suscriptores y está entre los cinco más seguidos de habla hispana de todo el mundo.
Parte de la clave de su éxito lo comparte con un perro amarillo, protagonista de una serie online, una saga de libros, canciones y, ahora, de un espectáculo que este fin de semana llega a La Rambleta con sold out: «Mikecrack y la superarma secreta» (domingo, 17:00 y 19:30 horas).
La creatividad de Bernal no tiene fin y pasa de la pantalla e internet a la vida real.
¿Es más youtuber o creador de contenidos, en general? ¿Tiene algún tipo de límite o aún le queda creatividad para hacer más cosas?
La mejor forma de definirlo es creador de contenidos. Hago contenidos que la gente puede ver en su casa. Principalmente en YouTube, pero conforme el apoyo crece y surge la posibilidad de hacer nuevos proyectos, como los shows, la serie o los libros.
¿Y cuál es el perfil de sus seguidores?
Mis contenidos son para todos los públicos, pero quienes los disfrutan de verdad son los niños, alrededor de los 12 años.
¿Es así por casualidad o desde un principio ya se dirigió a este público?
Los vídeos que empecé haciendo eran para mí y gente de mi entorno. Pero en Youtube hay muchos niños y te empiezan a seguir, a comentar los vídeos... y cuando haces un vídeo más dirigido a ellos, el apoyo es mayor. Digamos que, de una forma natural, me fui dirigiendo a ellos, poquito a poco.
¿Y esto le ha condicionado en algún momento a la hora de elegir el contenido? ¿Siente más responsabilidad?
Sí, te das cuenta de esa responsabilidad, aunque siempre intento ser yo mismo y hacer lo que me gusta. Pero siempre con ese cuidado extra en lo que digo, no usar palabras malsonantes o lanzar ciertos mensajes.
¿Y por tener este público más familiar e infantil, recibe menos hate que otros creadores de contenido? ¿Su comunidad es más amable?
Sí, desde luego, no a los niveles de los streamers de Twitch, con los que se arman unas broncas enormes. Yo estoy más tranquilo, no tengo esa carga. A veces sí que la gente desvalora mi trabajo o critican mi comunidad, porque me ven sobre todo niños, pero no recibo hate.
Y sobre el show de València: ¿que és lo que presenta?
«Mikecrack y la superarma secreta» es una gira por toda España y Latinoamérica, una mezcla entre cine y obra de teatro. Los personajes salen de la pantalla y se hacen reales y las familias podrán interactuar con ellos. Es muy divertida y entretenida.
¿Lo que lo diferencia de un espectáculo al uso es la parte audiovisual e interactiva?
Sí, justamente eso. Es una apuesta tecnológica muy llamativa que gustará mucho a los niños. Están acostumbrados a verlo todo a través de la pantalla y queremos que disfruten de este medio tan interesante que es el teatro.
¿Y con una comunidad online tan grande, por qué surge la necesidad de hacer un encuentro ‘físico’? Muchos otros youtubers también hacen eventos...
Supongo que es algo natural, la gente necesita estar en contacto. Yo quería hacer una especie de conciertos, porque mis canciones son lo que han tenido más impacto, pero no es posible por el tiempo que requiere hacer los vídeos y trabajar en casa. Entonces, se me ocurrió esta forma alternativa, con el protagonismo para los personajes. Al final muchos de los fans no me admiran a mí como persona, que también, sino al personaje.
¿Le gustaría que su serie se pudiera ver en la TV o alguna plataforma, o YouTube ya es el mayor escaparate que puede haber?
En mi canal tengo libertad total, todo lo que hago es sin ningún tipo de supervisión de empresas ni nada. Yo decido qué se dice, cuánto dura y cómo es la animación, hago lo que quiero y como quiero. Los vídeos no tienen una duración exacta ni cumplen unas exigencias de formato, que en TV sería obligatorio.
¿Y como surge el personaje del perro, Mike?
En los vídeos de videojuegos empecé a hacer historias, moviendo los ‘muñequitos’ y el protagonista era un perro amarillo, y a partir de ahí empezó a crecer el canal. Creé una historia, un universo... y hasta hoy, con su serie y una saga de libros.
¿Es cada vez más difícil diferenciarse en internet?
Sí, por eso creo que hemos tendido a crear personajes. Yo lo llevo al extremo, pero muchos otros se crean una especie de personaje, basado en ellos mismos pero más eufórico y exagerado, como El Rubius, el Xokas o Willyrex.
¿Y le ayuda tener a su personaje para ‘desdoblarse’ y no acaparar toda la atención?
Sí, claro, mucha gente no me reconoce a mí, porque no salgo tanto en los vídeos, sino a la animación. Así que solo por eso, sí.
¿Y esto tiene techo? ¿Hay espacio para tante gente en YouTube?
Eso yo ya me lo preguntaba, porque veía a muchos youtubers crecer sin límite. Durará hasta lo que dure, entiendo que en algún momento tendrá que parar, pero de momento todo sigue creciendo, aunque después de la pandemia ha habido un poco de ‘bajón’.
Lo que parece claro es que siempre hay que reinventarse...
Sí, la forma de hacer contenido ha cambiado muchísimo, y hay tantos creadores compitiendo que debes intentar hacer cosas diferentes. Antes fueron los streamings, ahora los vídeos cortos...
¿Y su formación de biotecnólogo le ha servido para esto?
La biotecnología como tal, no, pero la carrera estaba muy enfocada al emprendimiento y de la universidad salí con la cabeza bastante amueblada para poder emprender.
¿Y qué le diría a los niños que quieren ser youtubers?
Ser youtuber es duro, con mucho trabajo detrás y hay que tener suerte para poder vivir de ello. Pero está muy democratizado y cualquiera puede hacerlo, con una cámara y un ordenador... Como no sabemos quién será el próximo gran ‘influencer’, quien quiera intentarlo, que lo intente. En el caso de los niños, siempre les diría a los padres que les protejan de internet, pero si tienen tiempo, llevan bien los estudios y les hace ilusión, que lo hagan como un juego, un pasatiempo.
¿Y su familia, qué piensa de que se dedique a esto, de tener un hijo que vive en Andorra y es youtuber?
Tengo a toda la familia muy orgullosa. Al principio, cuando juegas al ordenador, hay broncas y tensión y nadie valora tu trabajo, pero cuando todo empieza a funcionar, la familia es un gran apoyo; de hecho, me ayudan mucho con la gestión, la logística… No me rodeo solo de profesionales, también de mi familia.