Dominio de la Vega: Ecología, terroir y respeto al entorno

Fachada de la bodega Dominio de la Vega.

Fachada de la bodega Dominio de la Vega. / Urban

Vicente Morcillo

Vicente Morcillo

Domino de la Vega es una de esas bodegas familiares que ha trazado su camino a partir del respeto al entorno, la ecología y la interpretación personal y precisa de las variedades de uva autóctonas de la DOUtiel-Requena. De la mano del enólogo Daniel Expósito, la firma ha consolidado una interesante colección de vinos en los que el técnico ha puesto toda su alma, primero para entender el terroir de cada una de sus parcelas y segundo para llevar a cada copa la esencia del territorio.

Memorable es su trilogía de tintos de Bobal, nacidos de parcelas seleccionadas de la zona de la vega del Magro. La colección se abre con ‘Bobal en Calma’ un vino sin aristas, fácil de entender, que mantiene toda la carga frutal de la uva en armonía con los sutiles matices que aporta una breve crianza en barrica de roble. Por su parte, ‘Paraje Tornel’ expresa el carácter de esta uva, con matices más minerales, aromas de fruta negra madura, recuerdos de cacao y especias dulces y un paso por boca denso y largo, con el tanino bien ensamblado. Por último, ‘Finca La Beata’ representa la singularidad de un terroir que aporta al viñedo un perfil más complejo en el que conviven las notas acompotadas, los recuerdos lácteos, regalices, frutos secos y lavandas.

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