Entrevista | Paco Ibáñez Cantante

Paco Ibáñez: «Estos días que regreso a València, digo que Voy a volver a hacer el olympia»

Vestido de negro y guitarra en mano, Paco Ibáñez se vuelve a subir al escenario del Olympia de València el próximo miércoles para conmover a su público fiel con esas míticas canciones que mezclan amor, lucha y resistencia. Unas sinfonías que envueltas en los ritmos de los instrumentos y la fuerza de la poesía evocarán la crudeza y la tristeza de un pasado, pero que al mismo tiempo también transmiten capacidad de ilusión y esperanza.

Paco Ibáñez actúa en el Olympia

Paco Ibáñez actúa en el Olympia / Urban

Joan Carles Martí

Joan Carles Martí

Si tienes tiempo te cuento...», deja en suspense la frase cuando preguntó cómo está. Paco Ibáñez nació en València hace noventa años, y lleva más de sesenta galopando sobre los escenarios, siendo el gran embajador de la poesía española en el mundo. El próximo miércoles vuelve al Teatro Olympia con ‘¡Nos queda la palabra!’, el nombre como ha bautizado su gira que ya ha pasado, con éxito de crítica y público, por París, Barcelona y Madrid. Un recital donde reivindica los versos como esa bandera del humanismo frente a la barbarie actual y futura. 

Lo primero que pregunta Paco Ibáñez es como estamos ‘els valencians’ tras esa tragedia de la dana del 29 de octubre que ha dado la vuelta al mundo. Ofrece toda la solidaridad, al tiempo que recuerda que nació aquí, que su padre era valenciano y su madre vasca. Vivió su primera infancia en València hasta que su familia se trasladó a Barcelona, antes de verse obligados al exilio francés tras la victoria franquista. Su padre todavía tuvo que sufrir tormentos, humillaciones y malos tratos en un campo de concentración de la Provenza tras la ocupación alemana.

«No se puede tolerar tanto irresponsable político y que se muera tanta gente. Solo se muere una vez, coño», enfatiza al culpar a los responsables de tanto drama surgido de la riada. Ibáñez en estado puro resume así su versión de la barrancada.

¿Son aún tiempos de galopar?

La gente está desquiciada en medio mundo, donde los máximos enemigos de nuestra seguridad, que son los Estados Unidos, incluso aplauden. Luego estamos los de espíritu quijotesco que con nuestra capa de libertad decimos: «esto no lo comparto».

‘A galopar’, ‘Me queda la palabra’, ‘La poesía es un arma cargada de futuro’, ‘Como tú’, ‘Palabras para Julia’, ‘Andaluces de Jaén’, son algunas de las piezas de una banda sonora de una generación que ha asistido a innumerables conciertos solidarios, un poco como el programado para el miércoles, que sin proponérselo actuará también como terapia colectiva justo después de esta histórica riada que ha dejado más de doscientos muertos, miles de damnificados, millones de perdidas materiales, y en estado de shock a la sociedad valenciana.

El recital está creado para ser una reivindicación de la poesía de sus canciones.

La poesía busca las palabras que te hacen vibrar, que te hacen sentir profundamente la existencia. Lo único que hago es transmitir lo que los poetas han sentido.

¿La poesía sigue siendo un arma cargada de futuro?

Por supuesto. Algunos siguen sin darse cuenta y se van durmiendo con caramelitos y galletitas. Pero hay otras galletas que de repente te hacen sentir más profundamente la existencia y se apuntan a esa otra existencia, la poesía.

Son más de sesenta años sobre el escenario...

... ¿Me vas a llamar abuelo?

En absoluto, toda mi admiración porque su voz se ha convertido en himno al servicio de la libertad y la dignidad. ¿Sigue dando vértigo los segundos previos a salir a cantar? 

La sensibilidad y respeto por la gente que viene al concierto siempre existe, aunque a veces desconoce que muchas de las mejores canciones son creaciones poéticas, por ejemplo una canción de un poema de Luis Cernuda.

¿Con qué poetas se siente más próximo cuando canta?

Con los que tuve más amistad, José Agustín Goytisolo, Caballero Bonald, Blas de Otero, Joan Margarit... 

El recital de València, casi siempre es obligatorio que sea en el Olympia, como en París.

Sí, sí... Estos días digo que voy a volver a hacer el Olympia.

Y lo deja ahí, aunque la humildad del cantante se refiere a sus inicios, a aquel mítico concierto celebrado en el Olympia de París de diciembre de 1969. Ante un público entregado con la platea repleta de exiliados, obreros, estudiantes y antifranquistas llegados desde España, Paco Ibáñez ofreció un recital inolvidable con las canciones más reivindicativas de los grandes poetas. El concierto acabó entre vítores a la libertad y aclamando el nombre del cantautor.

Aquella conducta sigue inalterable, con un combate radical en la reivindicación de la verdad y la libertad, dos sustantivos tan maltratados que necesitad de cuidados especiales. Toda la poesía española, dijo Gabriel Celaya, debe mucho a la propagación que Ibáñez ha dado a «nuestros versos».

El cantante conoció a Pablo Neruda en París. Era 1970 cuando el chileno escuchó por primera vez sus poemas cantados. «Tú tienes que cantar mis poemas, tu voz está hecha para cantar mis poesías». Dicho y cantado.

Como nada es ajeno a la conmoción de los dramas humanos, Paco Ibáñez acentúa con sensibilidad máxima que «es emocionante volver a València, de donde era mi padre y donde nací. Mi madre era vasca, así que unes todo eso, resulta que soy vascolenciano».

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