Cuatro restaurantes en el corazón de La Calderona

La Calderona es un buen sitio para pasar el día estas fechas festivas. En el plan, cómo no, entra el comer. Te ofrecemos varias opciones para que disfrutes de un plan gastronómico familiar a precios asequibles

L’Arquet

¿Dónde? Av. Font del Frare, 4, Olocau.

Teléfono: 665 50 38 51

L’Arquet es una sorpresa. Llegas a Olocau, un pequeño pueblo de apenas 900 habitantes, entras en el único bar con cocina que tiene la población y cuando pides la carta te encuentras con platos que podrían ilustrar el restaurante más pintado de la ciudad. La culpa es de Joan Bernard, un profesional que tiene mucha cocina entre sus manos. La caza es uno de sus puntos fuertes. Aparece y desaparece de la carta según la temporada. Si le llega un jabalí, aparecerá en forma de un estofado fantástico o unos solomillos sencillamente pasados por plancha. Si le llega un venado, veremos un ragut o un carpaccio. Joan interpreta la caza con esa libertad del cocinero que sabe leer lo que cada pieza necesita. Así sea una liebre o una perdiz. Eso lo que a mí más me gusta de L’Arquet, pero el producto fetiche de Joan son las setas. Las trabaja con la misma espontaneidad. Hoy te saltea unos rebollones, mañana te confita unas senderuelas y pasado te prepara un escabeche trompetas de la muerte. Como fueron carniceros antes que cocineros, preparan unos embutidos excepcionales. Me chifla su sobrasada, y me encanta, cuando hay, su morcón de jabalí. Para quienes prefieren sabores más convencionales, también prepara arroces, gazpachos y bravas de las de toda la vida. Ambiente desenfadado, cocina de nivel y buena carta de vinos a a precios irriosorios.

Bar Rullo

¿Dónde? Carrer Clemente Bañuls, 1, Gàtova

Teléfono: 649 88 08 04

Rafael Martínez regenta dos establecimientos en Gátova. Los domingueros que suben el Pico del Águila o bajan del Alto del Romero suelen parar en Ascuas Bar, situado en la piscina municipal de Gátova, a comer paella o carnes a la brasa. Sin embargo, los parroquianos y yo nos quedamos en el Bar Rullo, el otro bar de Rafael. No tiene esa pinada tan agradable, ni el sol del invierno baña tu rostro. Es pequeño, ruidoso y un tanto incómodo, pero en las vitrinas te encuentras unas tapas muy apetecibles como unas buenas manitas de cerdo, unos caracoles, sangre con cebolla o incluso unos capellanets asados al momento. Si almuerzas, vale la pena evitar la cotidaneidad del blanco y negro y la tortilla de patatas y juguetear con la multitud de tapas que se ofrecen en el mostrador. Para comer hay menús de primero, segundo y postre a elegir entre cuatro opciones para cada plato: alubias a la marinera, arroz chaufa, guisado de ternera, canelones…. Está permitido entrar en cocina y preguntar directamente a la guisandera que comería ella. A mí ese truco me funciona.

Casa Granero

¿Dónde? Carrer del Cantó de la Torre, 9, Serra

Teléfono: 961 68 84 25

Un clásico de la sierra. Un restaurante en toda regla donde entregarse a la buena mesa. Sin tonterías. Sin aperitivos tontos ni moderneces innecesarias. Víctor Vicente y Mónica Navarro mantienen viva la personalidad del restaurante y, precisamente por eso, conserva el aura de éxito que siempre les ha acompañado. Cocinan bien. Rico y sabroso. Con raciones generosas y productos reconocibles. Mucha cuchara y entradas con fundamento.

Son expertos en arroces y fideuas tanto como en guisos y pescados (porque estamos en la sierra pero el mar está a un paso). Muchos de los platos se inspiran en la matanza del cerdo que cada año celebran a las puertas del restaurante: sobrasada de la matanza, coca con papada ibérica, carpaccio de lomo de orza... Volver a Granero es como ir a comer a casa de un viejo amigo. Da igual el tiempo que haga que no lo ves. Te sientas, lo reconoces, y lo disfrutas como siempre hiciste.

La Garrofera

¿Dónde? C. Umbría, 3, Serra.

Teléfono: 961 68 83 70

Este restaurante con aspecto de chiringuito ha cautivado el corazón de vecinos y veraneantes. No encontraremos en todo el padrón de Serra un solo vecino que no haya encargado allí una paella alguna vez en los últimos meses. Apenas acaban de servir los almuerzos empiezan a preparar las paellas. Valencianas todas, o casi todas. Empiezan con el sofrito de pollo y conejo, luego la ferraura (nunca rojet) y finalmente el pimentón y el tomate. Después hervirán el guiso durante unos 18 minutos y añaden el arroz y el garrofón. Si el garrofón no es fresco lo cocerán antes, pero siempre será garrofón nacional «el de la pinta que el de fuera es horrible» confiesa Mario Romero (chef y propietario). Además de la paella proponen otros arroces más atrevidos, como el de secreto con setas, el de verdura con bacalao o el de costillas con ajos tiernos y coliflor. Incluso la paella de fetje de bou (una receta casi imposible de encontrar en la restauración pública). Para los días que aprieta el frío ofrecen arroces melosos como el de calabaza (muy típico de serra), caldosos como el de pollo y conejo o el tradicional arròs en bledes. Todos los arroces se hacen por encargo y siempre con leña de naranjo. Por la mañana, hasta las 11:30, sirven almuerzos de brasas: embutidos, chuletas de cordero, pechuga de pollo. Precios escandalosamente baratos.