Viver rescata sus variedades ancestrales

Pampolar y Morenillo, los nuevos vinos de la gama Ochenta y Siete Cubos.

Pampolar y Morenillo, los nuevos vinos de la gama Ochenta y Siete Cubos. / Urban

Vicente Morcillo

Vicente Morcillo

La Cooperativa de Viver ha presentado esta semana los nuevos vinos nacidos del proyecto de recuperación de variedades de uva ancestrales típicas de Castellón que tuvieron gran presencia a finales del siglo XIX y que ahora estaban extinguidas, tras a un arduo trabajo de investigación que ha permitido rescatar clones que se conservaban desde hace más de un siglo en el Registro Nacional de Variedades Vitícolas. 

La presentación se desarrolló en el restaurante Joaquín Schmidt de València y contó con la presencia de David Carot, presidente de la entidad; Fernando Marco, director gerente; Paco Ribelles, director del área Agro; y Cati Corell, directora de Producto y Agroturismo. Bajo el sello ‘Ochenta y Siete Cubos’, en referencia a los lagares de piedra que desde el siglo XVI existieron en Viver, la cooperativa ha presentado sus dos primeras etiquetas, elaboradas con Pampolat y Morenillo (la tercera variedad sobre la que se trabaja, Mondragón, sigue en proceso de estudio) y vinificadas en damajuanas de cristal de 50 litros con la colaboración de los enólogos Pepe Mendoza y Maloles Blázquez. 

Por el momento, en esta primera añada (con una producción de poco más de 500 botellas en total) los resultados son muy alentadores, y los dos tintos expresan tipicidad y carácter frutal, con matices que los diferencian de los vinos que hasta ahora se producían en Castellón. El nacimiento de estos vinos demuestra, además, el compromiso de la Cooperativa de Viver por preservar la cultura vitivinícola y enológica del territorio.

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