El Jugón: la apuesta de Coviñas por los vinos de baja graduación

Mucho hemos hablado durante los últimos meses sobre las nuevas tendencias de mercado, que apuntan a un aumento en el consumo de vinos blancos y espumosos (en detrimento del consumo de tintos) y, sobre todo, a un creciente interés del consumidor sobre los vinos desalcoholizados (por completo o parcialmente). Las bodegas valencianas, siempre atentas a las variaciones de consumo para adecuar sus productos al gusto de los mercados en los que están presentes, ya están incorporando a sus colecciones de vinos propuestas bajas en alcohol o sin presencia de éste como es el caso de Bodegas Vicente Gandía o Bodegas Murviedro, que tal y como hemos contado en esta misma sección, cuentan entre sus referencias con vinos tranquilos y espumosos sin alcohol.

Ahora le llega el turno a Coviñas, la principal productora de vino de la DOUtiel-Requena, que acaba de presentar (lo ha hecho hace apenas unos días en el contexto de la Mostra de Vins de Proava) una nueva gama de vinos, en este caso dentro del segmento de los vinos de baja graduación. Se trata de ‘El Jugón’, una línea compuesta por tres vinos frescos, frutales, divertidos y muy fáciles de entender. En todos los casos se trata de vinos elaborados con uvas cultivadas en la comarca Requena-Utiel que, tras su vinificación, son sometidos a un proceso poco agresivo mediante el que se extrae parte del alcohol producido durante el proceso de fermentación del mosto, ajustándolo a 10 grados.

El Jugón blanco se elabora con uvas de la variedad Macabeo y destaca por sus aromas de fruta tropical y las sutiles notas herbáceas, además de un paso por boca fresco y afrutado, con un fondo algo dulzón. El rosado es un vino hecho con uvas de Bobal y muestra aromas de fruta roja como la cereza y recuerdos de sandía. Goloso en boca, tiene cierto volumen y y buen equilibrio entre acidez y dulzor. Por último, El Jugón tinto es un vino elaborado a partir de un coupage de Bobal y Tempranillo. De buena intensidad aromática, muestra aromas de mora y frambuesa, sutiles especiados y fondo mineral. En boca se muestra redondo y equilibrado, con el tanino bien integrado y un retrogusto que recuerda a las especias que ya se apreciaban en nariz.

Junto a esta nueva colección de vinos, Coviñas aprovechó su presencia en la Mostra de Vins de Proava para descubrir otras dos novedades, una dentro de la marca Al Vent y otra dentro de la colección Veterum Viñas Viejas. El primero es Al Vent Blanc de Noirs, un vino blanco elaborado a partir de la variedad de uva tinta Bobal con el que la firma con sede en Requena espera ganar cuota de mercado entre la alta restauración. La otra novedad es Veterum Tardana, un blanco llamado a convertirse en uno de los ‘buque insignia’ de la bodega, que sigue trabajando en la preservación de los viñedos más viejos que cultivan sus socios con los que ya elaboraban un tinto de Bobal y un blanco tipo ‘orange’ de Macabeo. Para Jorge Srougi, director general de Coviñas, todos estos vinos «responden a la apuesta que estamos haciendo para seguir siendo competitivos sin renunciar a nuestras señas de identidad».