Mestalla volverá a ser un tapete. Ese es el compromiso que Amadeo Salvo adquirió el domingo con los jugadores y Nuno anunció tras el partido contra el Athletic. Y ayer, los jardineros y los responsables de mantenimiento de las instalaciones ya estaban examinado qué y cómo se va hacer el cambio. Miércoles, o a más tardar jueves, se levantará todo el campo. En veinte días se debe obrar la transformación.

El objetivo es que, el día 30 contra el Barcelona, el césped de Mestalla esté en perfectas condiciones. Y no será éste el único campo que se va a variar ya que el estadio Antonio Puchades en la Ciudad Deportiva, que también se ha deteriorado y donde jugar es impracticable, seguirá el mismo proceso. Los expertos consideran que, más allá de una contrariedad por el estado de la hierba, el problema podría nacer en la tierra que se utilizó este verano porque la causa de todo es que el césped no ha enraizado. Y es que, a pesar de haber sido cambiado este verano tras previamente haber mejorado el drenaje, el sistema de riego, mover la tierra y bajar capas, la hierba no se ha agarrado, de ahí, el deterioro al que se ha llegado „las condiciones climáticas por el calor que ha hecho en otoño puede haber afectado„. Imperfección que afecta, y mucho, al juego del Valencia y pone en riesgo la integridad de los jugadores. «Jugar sobre un campo así es muy jodido porque tienes que estar más pendiente de cómo controlas la pelota que de pensar», apuntaba Jose Luis Gayà. «Está aún peor que cómo se ve», reconoce. Circunstancia que ya publicitó Nuno tras el empate con el Athletic. «Sobre este Mestalla es muy complicado construir. El césped condiciona la velocidad del balón, siempre recibes bajo presión porque el desplazamiento es lento, bota, el jugador se frustra... La decisión está tomada, vamos a cambiar el césped para hacer lo que queremos que es jugar, recepcionar, buscar nuestras salidas rápidas. Nuestro juego. En este campo es muy difícil jugar», reflexionaba el técnico.

Dicho y hecho. A primer hora de la mañana, los técnicos se citaron en Mestalla para examinar, evaluar y tomar decisiones sobre qué empresa será la encargada de cambiar el césped. En las últimas ocasiones ha sido la empresa Ibergreen la encargada de llevar a cabo esta labor. El coste, afirman desde la empresa Cessver especialista en este sector, podría oscilar entre los 100.000 y los 130.000 euros. En esta partida será clave la elección de dónde procede el césped ya que, para el traslado, se necesita una veintena de camiones. En los campos de la Comunitat Valenciana se suele acudir a Portugal por tener un clima más frío y por el tipo de sustrato. Mestalla necesitará unos 7.500 metros cuadrados de hierba.

En unos seis días podría estar cambiado el césped. Luego habrá que tratarlo y cuidarlo